Un equipo internacional de científicos ha descubierto el segundo exoplaneta de tipo Súper-Tierra, del que han podido determinar su masa y su radio y obtener así las indicaciones esenciales sobre su estructura, informa el European Southern Observatory (ESO) en un comunicado. Los resultados de la investigación se han publicado en la revista Nature esta semana y la propia ESO ofrece el texto íntegro del artículo publicado por Nature.
Se trata de la primera Súper-Tierra conocida con una atmósfera. Una Súper-Tierra es un planeta cuya masa está comprendida entre una y diez masas de nuestro planeta. Un exoplaneta es un planeta que orbita alrededor de una estrella como nuestro Sol.
El nuevo exoplaneta, al que se le ha denominado GJ1214b, orbita alrededor de une pequeña estrella situada a sólo 40 años luz de la Tierra. Se trata de la estrella GJ1214, que es cinco veces más pequeña que nuestro Sol y trescientas veces menos brillante.
La Súper-Tierra tiene una masa aproximada de seis veces la de nuestro planeta y un radio 2,7 mayor. Se cree que su núcleo está compuesto en su mayor parte de hielo, siendo el resto silicio y hierro. Su superficie parece muy caliente y está rodeada de una atmósfera espesa que permite descartar que albergue cualquier forma de vida, al menos como la conocemos en la actualidad.
Segunda Súper-Tierra
Esta es la segunda vez que se detecta el tránsito de una Súper-Tierra, después del reciente descubrimiento este mismo año de Corot-7b, un planeta extrasolar que orbita alrededor de la estrella no identificada COROT-7. Un tránsito se produce cuando la órbita de un planeta se alinea con el observador, de tal manera que puede verse al planeta pasando delante de su estrella.
El exoplaneta GJ1214b, que orbita una pequeña estrella a sólo 40 años luz de la Tierra, orbita su estrella una vez cada 38 horas a una distancia de sólo dos millones de kilómetros, por lo que es 70 veces más cercano a su estrella de lo que está la Tierra respecto al Sol.
Aunque la masa del GJ1214b es similar a la del Corot-7b, su radio es mucho más grande, sugiriendo que la composición de los dos planetas debe ser bastante diferente, pues mientras esta última probablemente tiene un centro rocoso y podría estar cubierto de lava, los astrónomos creen que tres cuartos de GJ1214b está compuesto principalmente de hielo.
«Estando tan cerca de su estrella madre, el planeta debe tener una temperatura en la superficie de alrededor de 200 grados Celsius, demasiado caliente para que el agua sea líquida», explica David Charbonneau, autor principal del artículo que da cuenta del descubrimiento.
«Este es el segundo exoplaneta de tipo Súper-Tierra del que pudo ser obtenida su masa y radio, permitiéndonos determinar la densidad e inferir la estructura interna», añade el coautor Stephane Udry. «Las diferentes composiciones de estos dos planetas son relevantes en la búsqueda de mundos habitables», concluye Charbonneau.
Exoplaneta atípico
Comparando la radiación del GJ1214b con los modelos teóricos de planetas, los astrónomos encontraron que esta radiación sobrepasaba las predicciones de los modelos, deduciendo así que existe algo en la superficie sólida del planeta que oculta la luz de la estrella: una atmósfera de 200 kilómetros de espesor.
Su atmósfera es por tanto mucho más espesa que la de nuestro planeta, lo que unido a la fuerte presión y a la ausencia de luz debería impedir toda forma de vida tal como la conocemos, explica David Charbonneau, para quien a pesar de todo estas condiciones resultan muy interesantes porque permiten el desarrollo de una química compleja.
“GJ1214b es demasiado caliente para conservar una atmósfera durante mucho tiempo y por ello nos ofrece la primera oportunidad de estudiar una atmósfera formada recientemente, envolviendo a un mundo que gira en órbita alrededor de otra estrella”, comenta Xavier Bonfils, otro de los astrónomos del equipo. “Además, añade, este planeta está tan cerca de nosotros que podremos estudiar su atmósfera incluso con equipos corrientes”.
El exoplaneta fue detectado inicialmente como un objeto en tránsito por el proyecto MEarth, formado por ocho telescopios de sólo 40 centímetros de diámetro instalados en la cumbre del monte Hopkins, en Arizona (USA), que observa alrededor de 2.000 estrellas de masa débil para detectar el tránsito de exoplanetas.
Para confirmar la naturaleza planetaria de GJ1214b y obtener su masa, los astrónomos debieron apoyarse en la precisión del espectógrafo HARPS, de 3,6 metros de diámetro, que la ESO tiene instalado en el observatorio de La Silla (en Chile). Este instrumento, de gran precisión y una estabilidad sin parangón, es el mejor cazador de exoplanetas del mundo.
Interés científico
Es la segunda Súper-Tierra de la que se ha podido obtener su masa y su radio, después de COROT-7b. “Las diferencias en la composición de estos dos exoplanetas son útiles para la búsqueda de mundos habitables”, concluye David Charbonneau, ya que si las súper-Tierras poseen por lo general una atmósfera tan densa como la del GJ1214b, probablemente no favorecerá ninguna de ellas el desarrollo de la vida tal como se ha dado en la Tierra.
Hasta ahora se han descubierto un total de 415 exoplanetas con características muy diversas, pero todos ellos alejados del perfil similar a la Tierra: rocoso, del mismo tamaño, orbitando alrededor de un Sol como el nuestro y distante de él lo suficiente para albergar vida. GJ1214b tampoco responde a este perfil.
No obstante, se trata del segundo exoplaneta más pequeño de todos los descubiertos que por sus características ofrece nuevas oportunidades de investigación para los astrónomos, ya que promete nuevos descubrimientos sobre estos intrigantes cuerpos celestes.
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