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Desvelados los secretos de las experiencias místicas

A lo largo de milenios, las personas han contado haber vivido experiencias místicas que han sido espontáneas o provocadas por sustancias sicodélicas (que alteran la cognición y la percepción), y han relatado esas experiencias como encuentros con la realidad última, con una divinidad o con seres espirituales.

El neurocientífico Francisco Rubia, autor del libro “La conexión divina”, ha explicado en esta entrevista con Tendencias21,  que las experiencias místicas pueden obtenerse también mediante estimulación de las estructuras del sistema emocional del cerebro.

Añade asimismo que en los experimentos que se han realizado para provocar la experiencia mística, lo que se ha visto es que los seres espirituales que se aparecen son siempre de la misma religión de cada sujeto.

Otra investigación ha señalado que daños cerebrales propician también ciertas experiencias místicas asociadas al fundamentalismo religioso.

Más de 4.000 experiencias

Ahora una investigación desarrollada en la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos añade nueva luz sobre estas experiencias. A través de Internet hizo un llamamiento a personas que hubieran tenido una experiencia mística a lo largo de su vida. Respondieron 4.285 personas que completaron dos encuestas de 50 minutos  sobre su experiencia espiritual.

Una de las encuestas iba dirigida a personas que habían vivido la experiencia mística espontáneamente. La segunda encuesta debían responderla las personas que la habían percibido a través de psicodélicos, como hongos que contienen psilocibina (alcaloide alucinógeno) o mediante la Ayahuasca, la bebida tradicional de algunos pueblos amazónicos.

Los participantes debían recordar esa experiencia mística, aclarar si había sido con una divinidad, un poder superior, una realidad última, un ángel o cualquier otra figura real o imaginaria. Finalmente tenían que señalar cómo se sintieron durante esa experiencia y si había cambiado sus vidas.

Efectos positivos en la vida y la salud

Como conclusión general, dos terceras partes de las personas que se declaraban ateos antes de la experiencia renunciaron a su ateísmo después de su encuentro místico, independientemente de si la experiencia había sido espontánea o mediante psicodélicos.

Además, dicen los investigadores, la mayoría de los encuestados atribuyeron cambios positivos duraderos en su salud psicológica: obtuvieron mayor satisfacción con la vida, su propósito y significado, incluso décadas después de la experiencia espiritual.

Los resultados, publicados en PLOS One, se  suman a evidencias anteriores de que experiencias tan profundamente significativas pueden tener propiedades curativas, dicen los investigadores.

Añaden que este estudio es el primero en comparar de manera sistemática y rigurosa los informes de experiencias espontáneas de encuentros con seres espirituales, con aquellas ocasionadas o catalizadas por sustancias psicodélicas.

Advierten no obstante de los límites que supone la naturaleza del estudio, basado en respuestas que pueden ser sesgadas o imprecisas.

«Las experiencias que las personas describen como encuentros con Dios o un representante de Dios se han informado durante miles de años, y probablemente forman la base de muchas de las religiones del mundo», dice el investigador principal Roland Griffiths, Ph.D., profesor de psiquiatría y ciencias del comportamiento en la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, en un comunicado. «Y aunque la medicina occidental moderna no suele considerar las experiencias ‘espirituales’ o ‘religiosas’ como una de las herramientas en el arsenal contra la enfermedad, nuestros hallazgos sugieren que estos encuentros a menudo conducen a mejoras en la salud mental».

Encuentro con seres espirituales

La mayoría de los participantes, tanto en los grupos espontáneos como en los psicodélicos, informaron vívidos recuerdos de la experiencia del encuentro, que a menudo involucraba la comunicación con alguna entidad que tenía los atributos de conciencia (aproximadamente el 70 por ciento), benevolencia (aproximadamente el 75 por ciento), inteligencia (aproximadamente el 80 por ciento), lo sagrado (aproximadamente el 75 por ciento) y la vida eterna (aproximadamente el 70 por ciento).

El 75 por ciento de los participantes que tuvieron la experiencia mística por efectos psicodélicos aseguraron que habían perdido el miedo a la muerte, algo que también señaló el 57 por ciento de los encuestados que habían tenido una experiencia espontánea. En ambos grupos, aproximadamente el 15 por ciento dijo que su experiencia fue la más desafiante psicológicamente de sus vidas.

Otra observación interesante se refiere a la naturaleza de la experiencia mística, si es percibida espontáneamente o mediante psicodélicos: cuando es espontánea, predomina la experiencia con la divinidad (59%), mientras que cuando es provocada por alucinógenos, el encuentro más probable es con la así llamada “realidad última” (55% de los casos).

«Continuar explorando estas experiencias puede proporcionar nuevos conocimientos sobre creencias religiosas y espirituales que han sido parte integral de la configuración de la cultura humana desde tiempos inmemoriales», añade Griffiths.

Además, matiza Griffiths, “queremos dejar claro que nuestro estudio analiza las experiencias personales y no dice nada sobre la existencia o la inexistencia de Dios. Dudamos que cualquier ciencia pueda resolver definitivamente este punto», concluye.

Los investigadores recomiendan que las personas no usen sustancias alucinógenas por sí mismas porque no solo conllevan riesgos legales, sino también riesgos de consecuencias psicológicas negativas, especialmente en personas vulnerables o cuando la experiencia no está guiada por profesionales cualificados.

Otros datos significativos

Alrededor del 69 por ciento de los participantes eran hombres, y el 88 por ciento eran blancos. De los que informaron haber usado un psicodélico, 1.184 tomaron psilocibina («hongos mágicos»), 1.251 dijeron que tomaron LSD, 435 dijeron que tomaron ayahuasca y 606 dijeron que tomaron DMT (N, N-dimetiltriptamina), también una sustancia natural que se encuentra en ciertas plantas y animales.

Del total de participantes, 809 fueron los que respondieron a la encuesta de experiencias espontáneas, mientras que 3.476 respondieron a la encuesta psicodélica. Los encuestados tenían una edad promedio de 38 años cuando respondieron a la encuesta. Las personas que tuvieron una experiencia de encuentro con Dios informaron que estas experiencias ocurrieron a la edad promedio de 25 años, mientras que aquellas cuya experiencia fue espontánea informaron que tenían una edad promedio de 35 años.

Referencia

Survey of subjective «God encounter experiences»: Comparisons among naturally occurring experiences and those occasioned by the classic psychedelics psilocybin, LSD, ayahuasca, or DMT. Roland R. Griffiths et al. PLOS ONE, April 23, 2019. DOI:https://doi.org/10.1371/journal.pone.0214377