Europa, el mayor de los siete socios del ITER (originalmente siglas de International Thermonuclear Experimental Reactor), que constituye la mayor colaboración científica internacional en el campo de la energía ha celebrado un hito simbólico con la llegada de su primer equipo a la sede del proyecto en Cadarache, en el sur de Francia. Los componentes son, además, españoles.
Fusion for Energy (F4E) es la organización de la Unión Europea que gestiona la contribución de Europa al ITER, y ENSA (Equipos Nucleares S.A.), la empresa española responsable del diseño y fabricación de seis depósitos que formarán parte del sistema del ciclo de combustible del reactor de fusión. Ayer llegaron los cuatro últimos tanques, puesto que los primeros ya habían llegado en marzo y abril.
F4E, ubicada en Barcelona, está integrada por 390 personas, de las que el 28% son españoles. La contribución europea al ITER es del orden del 50%, unos 6.600 millones de euros; es decir, que la industria, las pymes y laboratorios europeos tendrán la oportunidad de desarrollar y fabricar casi la mitad de los componentes necesarios por medio de los contratos ofrecidos por F4E.
Europa ha firmado ya más de 400 contratos que alcanzan un valor acumulado de 3.000 millones de euros, con la participación de más de 250 empresas y 50 laboratorios.
El diseño y fabricación de los seis depósitos, cuyo coste es del orden de 2 millones de euros, ha durado unos 20 meses. Pietro Barabaschi, director en funciones de F4E, señala en la nota de prensa de F4E publicada en AlphaGalileo que «la llegada de este equipo marca el comienzo de la instalación de una larga lista de equipos que nosotros los europeos nos hemos comprometido a fabricar y entregar al ITER, el mayor proyecto de energía de fusión existente».
Detritización
Los seis grandes depósitos forman parte del sistema de detritización del agua del ITER. Cuando empiece a funcionar, la finalidad de estos depósitos será recoger el agua con tritio (isótopo del hidrógeno con dos neutrones) para recuperar éste y utilizarlo posteriormente en las futuras reacciones de fusión.
Cuatro depósitos, de un peso aproximado de 5 toneladas y unos 20 metros cúbicos de tamaño, formarán parte de este sistema. Otros dos depósitos mayores, de un peso aproximado de 20 toneladas y de 100 metros cúbicos de tamaño cada uno, se utilizarán para la fase de recuperación de tritio en circunstancias excepcionales.
En un principio, los seis depósitos se conservarán en una zona de seguridad, y una vez esté preparada la planta de tritio, se instalarán en el edificio. ENSA ha tenido que cumplir una serie de estrictos requisitos de seguridad y calidad aplicables a los componentes del ITER.
El sistema
Para que tenga lugar la fusión, es necesario el choque entre dos isótopos de hidrógeno-deuterio y tritio a temperatura extremadamente elevada que llega hasta los 150 millones de grados centígrados.
De acuerdo con la secuencia de acciones del ciclo de combustible del ITER, los dos isótopos de hidrógeno se suministran a la máquina por medio de la planta de tritio. Los dos isótopos viajarán por los conductos del sistema hasta llegar al núcleo de la máquina y fusionarse, produciendo energía.
Lo que quede del combustible de la reacción de fusión, junto con los demás gases producidos, será bombeado de vuelta a la planta de tritio para recuperar el tritio y utilizarlo para iniciar una nueva serie de reacciones de fusión.
España
ENSA también participa en el ensamblaje de los nueve sectores de la cámara de vacío y de varios puertos del reactor. Actualmente, está ejecutando la fase de desarrollo de las técnicas y procesos que se emplearán en campo incluyendo simulaciones de soldadura, diseño de equipos y utillajes, realización de prototipos y técnicas de inspección y ensayo.
La empresa pertenece al Grupo SEPI, un holding empresarial que abarca un total de 16 empresas públicas de forma directa y mayoritaria.
En conjunto, cerca de 50 empresas españolas han conseguido más de 100 contratos en el ITER por un valor superior a los 600 millones de euros.
Estos resultados, señala la nota de prensa del CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial) recogida por Sinc, muestran su «capacidad innovadora y presencia en un mercado internacional altamente tecnológico donde no existe retorno garantizado».
España es el tercer país europeo, tras Francia e Italia, con mayor importe en licitaciones conseguidas en F4E hasta el momento. También se han obtenido excelentes resultados en Iter Organization (IO), organismo ubicado en Cadarache (Francia) y que se ocupa del diseño básico, integración y ensamblaje de los diferentes componentes del proyecto.
Contratos
En 2014 la industria española consiguió alrededor de 40 contratos en ambos organismos, por un importe de más de 140 millones. Entre ellos, destaca la adjudicación reciente a Ferrovial Agromán para la construcción de dos nuevas subestaciones en las que se instalarán redes eléctricas de alta tensión y siete transformadores que posibilitarán suministrar energía eléctrica a la máquina del ITER y a algunos de sus sistemas.
También es relevante el contrato firmado por la compañía Idom para la integración técnica, en cinco de los puertos del reactor, de alrededor de 20 sistemas de diagnóstico de última generación. Para ello, colaborará con diseñadores de instrumentos de varios laboratorios públicos europeos de fusión y con expertos de Japón, India, China y EE UU.
La nota destaca también el contrato firmado por el consorcio integrado por Iberdrola y Mecánica Industrial Buelna con la empresa AMEC para la fabricación de un prototipo a escala de los First Wall Blankets (FWP). Los FWP tienen como objetivo aislar el plasma generado a elevadas temperaturas dentro del reactor del ITER.
Agrupaciones de empresarios y pymes
En el ámbito de la ingeniería de las edificaciones, cabe destacar la ampliación de la licitación conseguida por Empresarios Agrupados, dentro del consorcio Engage, en el que también participan empresas de Reino Unido y Francia. Finalmente, Metromecánica, con gran experiencia en metrología industrial portátil, participará como proveedor directo del proyecto, en el que también participan dos empresas extranjeras.
Entre las pymes, la ingeniería Natec será la encargada de realizar los análisis electromagnéticos y electromecánicos de diferentes componentes, y Sgenia, en consorcio con Axon Cable, ha sido adjudicataria del contrato para la fabricación de las bobinas Rogowski.
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