Con cáscara, la naranja flota, sin cáscara se hunde. Esto se debe a que la cáscara de la naranja contiene muchas burbujitas de aire que hacen de “flotador”, impidiendo que la naranja se hunda.
Sin embargo, cuando la naranja pierde su cáscara o “flotador”, su densidad aumenta y es mayor que la del agua y por eso se hunde.