Tendencias21

La implicación de los padres en el hogar contribuye a la integración social de los hijos

La colaboración de los padres en la realización de las tareas domésticas contribuye a la integración social de sus hijos y hacen a los maridos más atractivos para sus respectivas esposas, según una investigación realizada por los sociólogos Scott Coltrane y Michele Adams, de la Universidad de California.

Utilizando para su investigación datos estadísticos de la sociedad norteamericana, estos sociólogos descubrieron que los niños implicados con sus padres en las tareas domésticas muestran una mayor capacidad de relaciones sociales, independientemente de su adiestramiento en una autonomía e independencia personales.

Incluso comprobaron que estos niños comprometidos en sus casas tienen menos problemas de disciplina en el centro escolar, cumplen mejor con sus deberes y muestran un estado de ánimo más elevado que los demás niños.

Valores democráticos

La razón de estos comportamientos infantiles es que cuando los padres se implican en las labores de la casa, están transmitiendo a sus hijos valores de cooperación y de funcionamiento democrático, ya que están manifestando respeto por el trabajo de la mujer en la sociedad.

En los niños estos comportamientos no sólo mejoran la convivencia familiar y escolar, sino que además son el germen de una estabilidad en las familias que formarán cuando sean mayores.

Un efecto colateral de este comportamiento masculino respecto al hogar recae sobre la esposa, ya que por lo general interpreta el comportamiento de su marido como un gesto de amor y por ello se siente más atraída por él.

Aunque existe todavía una desproporción apreciable en el grado de implicación de maridos y esposas en las tareas domésticas, el estudio comprobó que el papel de los hombres en el hogar aumenta progresivamente.

Cocina y limpieza

Esta implicación masculina se traduce mayoritariamente en las tareas de la cocina y la limpieza, aunque también en las relaciones de los padres con los hijos, que aumentan en expresiones de afectividad respecto a los mismos síntomas detectados en las familias de Estados Unidos hace diez años.

Los hombres también comienzan a mejorar la percepción que tienen de sus esposas y a valorarlas mejor como personas, por lo que las relaciones de pareja mejoran en este nuevo contexto.

Otro cambio detectado en los comportamientos familiares es el mayor tiempo que los padres dedican a sus hijos, respecto a la década anterior, y su mayor implicación en sus actividades deportivas.

El estudio también descubrió que los padres que concentran las relaciones familiares en actividades típicamente masculinas como los deportes, son más reacios a colaborar en las tareas domésticas.

La mayor integración de la pareja se consigue cuando padres y madres comparten la creencia en la igualdad de los sexos frente a las responsabilidades familiares.

El estudio se basa en una muestra de 3.563 niños y sus respectivos padres recogida en la publicación Child Development Supplement, del Panel Study of Income Dynamics, que realiza un chequeo nacional arbitrario de individuos estadounidenses y sus familias.