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Hacia un tiempo de síntesis

Título: Hacia um tempo de síntesis
Autor: Javier Melloni
Edita: Fragmenta Editorial. 1ª edición, mayo 2011
Colección: Fragmentos. Volumen 4
Número de páginas: 272 págs.
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-92416-42-4
PVP: 19 €

Después de un siglo de ideologías férreas que negaban lo Invisible y de décadas de teología sobre la muerte de Dios, nos hallamos ante un nuevo paradigma en el que el resurgimiento de lo espiritual ha confluido con la pluralidad cultural y religiosa. El reto consiste en que este resurgimiento integre las aportaciones de las generaciones precedentes, tanto de las más antiguas que pertenecieron a la primera inocencia como de las más recientes que aportaron una actitud crítica respecto a las religiones. De aquí que se pueda esperar un tiempo nuevo en el que visiones que hasta el presente han competido entre sí descubran que se necesitan mutuamente.

Alcanzar esta síntesis no es una tarea fácil, porque no se establece en el mismo plano que sus antinomias, sino en un ámbito de mayor profundidad donde cada una de ellas es convocada más allá de sí misma.

Javier Melloni, en el prefacio de Hacia un tiempo de síntesis expone su valoración de la sociedad en que vivimos, de los retos que en ella se plantean, en la búsqueda perenne de la verdad, la que nos toca desentrañar en esta época, a través de las formas con la que ella se manifiesta hoy.

“Nuestra generación ha crecido entre las ruinas de antiguas certezas. Nacimos mientras caían. Apenas participamos en su derrumbe. Somos hijos del fragmento, pero el fragmento no nos inquieta, porque la alternativa de las grandes moles compactas no nos atrae ni nos convence. Han producido demasiadas víctimas como para confiar en ellas. Con los fragmentos, en cambio, se pueden hacer mosaicos y vidrieras que insinúen lo Invisible sin saturarlo, formas cambiantes de paredes y tejados, de bóvedas, campanarios y minaretes que alberguen y señalen ámbitos de trascendencia sin problematizar porque queden espacios abiertos, ya que el vacío puede ser una forma de plenitud. Esto es lo que otras cosmovisiones nos recuerdan. Recurrir a ellas nos da la oportunidad de salir de nuestros cotos demasiado cerrados y descubrir que la existencia, transida de Misterio, se puede vislumbrar y expresar de muchos modos. Modos que permiten acoger la vida como don y celebración a la vez que como tarea, lo cual supone una actitud distinta a la de los maestros de la sospecha pero que no es ajena a sus aportaciones, porque ha sido purificada gracias a ellos.

Después de un siglo de ideologías férreas que negaban lo Invisible y de décadas de teología sobre la muerte de Dios, nos hallamos ante un nuevo paradigma en el que el resurgimiento de lo espiritual ha confluido con la pluralidad cultural y religiosa, dando pie a un extraño magma de corrientes de Oriente y de pretéritas tradiciones olvidadas de Occidente y de otros lugares del planeta, fenómeno que algunos pensadores han calificado de retorno de lo sagrado. Situación que resulta incómoda a una generación para la cual hablar demasiado de Dios resulta impúdico, casi blasfemo.

En cualquier caso, es innegable que estas ascuas reavivadas indican el anhelo de trascendencia que subyace en la hondura del ser humano y que está reprendiendo con nuevos nombres y maneras de reconocerlo y desplegarlo. El reto consiste en que este resurgimiento integre las aportaciones de las generaciones precedentes, tanto de las más antiguas que pertenecieron a la primera inocencia como de las más recientes que aportaron una actitud crítica respecto a las religiones. De aquí que se pueda esperar un tiempo nuevo en el que visiones que hasta el presente han competido entre sí descubran que se necesitan mutuamente.

Se podría comprender este tiempo nuevo que está emergiendo como la oportunidad de integrar trascendencia e inmanencia; lo sagrado y lo profano; animus y anima; el Dios personal y el Dios transpersonal. Esta síntesis está llamada a conjuntar también contemplación y compromiso ético, ciencia y espiritualidad, tecnología y ecología, capacidad crítica y actitud admirativa, dando pie a lo que Paul Ricoeur llamó ya hace algunos años la segunda ingenuidad, y Raimon Panikkar, la nueva inocencia.

Estos atisbos de síntesis se producen como resultado del encuentro de las diversas tradiciones religiosas y cosmovisiones de la humanidad. Ello hace que ya no sea posible pensar a Dios, al hombre y al mundo a partir de un único modelo. En estos tiempos complejos necesitamos recurrir al bagaje de las diferentes sabidurías y corrientes espirituales para avanzar juntos como seres humanos y crecer en conciencia planetaria. No importa tanto identificar las denominaciones de origen cuanto poner en común toda esa riqueza para que conspiremos juntos y respondamos con profundidad y lucidez a los retos que tenemos planteados. Ya no es posible comprendernos aisladamente.

Alcanzar esta síntesis no es una tarea fácil, porque no se establece en el mismo plano que sus antinomias, sino en un ámbito de mayor profundidad donde cada una de ellas es convocada más allá de sí misma. Solo es posible acceder a un nuevo nivel de conciencia a través de la depuración que produce el paso por el despojo, de modo que los elementos anteriores sean integrados en un plano superior. Esto requiere un exigente trabajo de apertura que no solo implica la asunción de lo diferente, sino que supone transitar desde el territorio conocido hacia una profundidad que se abre ante nosotros y que todavía está por alcanzar en otro plano de conciencia.

Mientras no sea así, podemos pasar décadas, siglos, milenios, empecinados en defender nuestra visión del mundo oponiéndola a la de los demás. Por el contrario, nuestra cultura del fragmento pone las condiciones para las incursiones místicas, despojado de las seguridades de antaño que nos aislaban en nuestros cotos. El diferente ya no puede ser un enemigo al cual atacar o del cual defendernos encarnizadamente, ni tampoco puede sernos indiferente, sino la ocasión de recibirlo como portador de un ángulo de realidad que complementa el propio. Estamos llamados a desvelar conjuntamente el misterio de lo real en todos los ámbitos. Urge una transparentación de la mirada y una apertura de la mente-corazón que permita que las cosas desvelen su última profundidad, el secreto de su interioridad que hace a todas las cosas sagradas, porque sagrado es el fondo del que emergen.

Las páginas que vienen a continuación son resultado de reflexiones realizadas durante los últimos diez años a propósito de diversas situaciones. Se trata de un continuum de pensamiento todavía en gestación que se mueve en un terreno que es nuevo para todos. El encuentro de las religiones, con todo lo que conmueve y posibilita, apenas ha comenzado. Estamos solo en sus inicios y se trata de una lenta transformación, como milenarias son las raíces de las grandes tradiciones.

Comparto pensamientos, convicciones e intuiciones que reflejan el proceso de deconstrucción y de reconstrucción en el que se encuentran actualmente las religiones y las diversas manifestaciones del hecho religioso, proceso que no solo afecta a los creyentes ordinarios sino también a todos los que buscan la dimensión trascendente más allá de los caminos establecidos. Es mucho lo que está en juego: que perviva lo mejor de estas tradiciones y ayuden con su sabiduría al momento presente a dar un paso adelante hacia un nuevo estado de conciencia, o que su legado quede recluido en las trastiendas de cada tradición para nutrir solo el instinto identitario de un grupo determinado.

El libro está distribuido en tres partes. En la primera se aborda la necesaria apertura para acoger este tiempo de pluralismo en que nos encontramos. Implica una metanoia, una transformación del corazón y de la mente que lleva a emprender un éxodo espiritual y cognitivo. La segunda parte se concentra en el encuentro entre Oriente y Occidente para ver cómo se pueden fecundar mutuamente. Se dedica una particular atención al camino del yoga y al buddhismo, así como se trata de aclarar en qué consiste la nebulosa llamada Nueva Era. La tercera parte está dedicada a ver cómo las diversas tradiciones religiosas pueden aportar su legado para desarrollar las tres dimensiones que constituyen la realidad: la trascendente o divina a través de la vía mística, la humana a través de la vía ética y la cósmica a través de la vía ecológica. En el epílogo se retoma todo el recorrido proyectándolo hacia el horizonte de la no-dualidad.

Algunas de estas páginas provienen de ponencias y artículos publicados dispersamente. El hecho de reunirlos en un volumen ha sido una ocasión para modificarlos, enriquecerlos o completarlos, ofreciéndolos en un todo orgánico que pudiera presentarse como una sola obra.”

Índice

Prefacio

I. Aperturas

I. La difícil alteridad
II. Compartir plenitudes en lugar de competir entre totalidades
III. El diálogo interreligioso como experiencia espiritual

II. Fecundaciones

IV. Oriente y Occidente
V. El camino del yoga
VI. La meta del buddhismo
VII. La new age, ¿mística o mistificación?

III..Co-inspiraciones

VIII. La integración cosmoteándrica
IX. Vía mística: la profundidad del misterio y el cultivo de la interioridad
X. Vía ética: la sacralidad del otro y el cultivo de la solidaridad
XI. Vía ecológica: la sacralidad de la tierra y el cultivo de la sobriedad

Epílogo

XII El futuro de las religiones

Origen de los capítulos
Índice onomástico

Datos del autor

Javier Melloni (Barcelona, 1962) es antropólogo, teólogo y fenomenólogo de la religión. Varias inmersiones en la India le han permitido poner en contacto elementos de la mística hindú con la cristiana. Jesuita y estudioso de los Ejercicios Espirituales, tiene al mismo tiempo un amplio conocimiento de los textos de las diversas religiones. En su tarea como acompañante espiritual integra elementos de diversas tradiciones. Es miembro de Cristianisme i Justícia y profesor en la Facultat de Teologia de Catalunya y en el Institut de Teologia Fonamental de Sant Cugat. Vive en el centro espiritual La Cueva de San Ignacio, en Manresa. Entre sus publicaciones destacan La mistagogía de los Ejercicios Espirituales de san Ignacio (2001), El Uno en lo Múltiple (2003), Relaciones humanas y relaciones con Dios (2006), Vislumbres de lo Real (2007, edición catalana en Fragmenta), El Deseo esencial (2009, edición catalana en Fragmenta), Voces de la mística (2009) y El Cristo interior (2010).