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Los satélites que orbitan la Tierra dificultan la investigación astronómica

This image shows the night sky above the construction site of ESO’s Extremely Large Telescope, which is planned to start operating in late 2025. A laser guide from the nearby Very Large Telescope is seen in the background. An ESO study of the impact of satellite constellations on astronomical observations in the visible and infrared found that large telescopes like ESO's Very Large Telescope and the ELT will only be "moderately affected" by the constellations currently under development. Depending on the science case, the impacts could be lessened by making changes to the operating schedules of ESO telescopes.

Los satélites que rodean la Tierra con diferentes cometidos están afectando a la investigación astronómica, según un estudio encargado por el European Southern Observatory (ESO).

El estudio se centró en las observaciones con telescopios de ESO en el visible y en el infrarrojo, pero también teniendo en cuenta otros observatorios.

Se estima que alrededor de 34.000 objetos de más de 10 cm de tamaño están orbitando actualmente la Tierra.

De ellos, alrededor de 5.500 son satélites, incluyendo unos 2.300 funcionales. El resto son desechos espaciales, incluyendo etapas superiores de cohetes y adaptadores de lanzamiento por satélite.

El estudio, que incluye un total de 18 constelaciones de satélites en desarrollo por parte de SpaceX, Amazon, OneWeb y otros, que en conjunto ascienden a más de 26.000 satélites, ha sido aceptado para su publicación en la revista Astronomy & Astrophysics.

Impacto variable

El estudio constata que grandes telescopios, como el Very Large Telescope (VLT) de ESO y el futuro Extremely Large Telescope (ELT) de ESO, se verán «moderadamente afectados» por las constelaciones en desarrollo.

El efecto es más pronunciado para exposiciones largas (de aproximadamente 1000 s), ya que hasta un 3% de las mismas podría arruinarse durante el crepúsculo, es decir, el tiempo entre el inicio del amanecer y la salida del Sol, y el tiempo entre que transcurre entre la puesta del Sol y el anochecer.

Las exposiciones más cortas se verían menos afectadas, ya que menos del 0,5% de las observaciones de este tipo sufrirían algún tipo de impacto.

Las observaciones realizadas en otros momentos a lo largo de la noche también se verían menos afectadas, ya que los satélites estarían a la sombra de la Tierra y, por lo tanto, no iluminados.

Dependiendo del caso científico, el impacto podrían disminuir al hacer cambios en los horarios de operación de los telescopios de ESO, aunque estos cambios tienen un coste. Desde el punto de vista de la industria, una forma eficaz para mitigar los impactos sería oscurecer los satélites.

Peor para los grandes telescopios

El estudio también constata que el mayor impacto podría ser en los sondeos de amplio campo, en particular los realizados con grandes telescopios.

Por ejemplo, entre un 30% y un 50% de las exposiciones llevadas a cabo con el Observatorio Vera C. Rubin de la Fundación Nacional de Ciencia de los Estados Unidos (que no una instalación de ESO), se verían «gravemente afectadas», dependiendo de la época del año, el momento de la noche y los supuestos simplificados del estudio.

Las técnicas de mitigación que podrían aplicarse en los telescopios de ESO no funcionarían para este observatorio, aunque se están explorando otras estrategias.

En cualquier caso, se requieren más estudios para comprender plenamente las implicaciones científicas de esta pérdida de datos observacionales y la complejidad de su análisis.

Las constelaciones de satélites también tendrán un impacto en los observatorios de ondas de radio, milimétricos y submilimétricos, incluyendo el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) y el Atacama Pathfinder Experiment (APEX). Este impacto se tendrá en cuenta en estudios posteriores.

Implicaciones estratégicas

Los telescopios de reconocimiento de campo ancho, como el Observatorio Rubin, pueden  rastrear amplias partes del cielo de forma rápida, haciéndolos cruciales para detectar fenómenos de corta duración como supernovas o asteroides potencialmente peligrosos.

Debido a su capacidad única para generar conjuntos de datos muy grandes y detectar objetivos de observación para muchos otros observatorios, la comunidad astronómica y las agencias de financiación, tanto en Europa como en otros lugares, han clasificado los telescopios de reconocimiento de campo ancho como una prioridad para los futuros avances en astronomía.

Tanto la comunidad astronómica profesional como la comunidad de aficionados han planteado preocupaciones sobre cómo las megaconstelaciones satelitales podrían afectar las vistas prístinas del cielo nocturno.

Referencia

On the Impact of Satellite Constellations on Astronomical Observations with ESO telescopes in the Visible and Infrared Domains. Olivier R. Hainaut, Adrew P. Williams. DOI:10.1051/0004-6361/202037501