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Microsoft insiste en estar en el mercado de la telefonía móvil

Microsoft lanza al mercado su nueva línea de teléfonos inteligentes, lo que representa una remodelación completa de su estrategia de éxito en el mercado móvil. Según publica la web technologyreview.com, la presentación de su nuevo producto tiene lugar hoy 11 de octubre en Nueva York, y corre a cargo del CEO de Microsoft Steve Ballmer.

Los teléfonos se ejecutarán a través de un nuevo sistema operativo para móviles, conocido como teléfono de Windows 7, que hará un uso intensivo de la última tecnología de pantalla táctil. En lugar de mostrar los botones de aplicación, las pantallas principales de los teléfonos tendrá un gran tamaño y la información estará en constante cambio, como las actualizaciones en Facebook. La pantalla de inicio, y las de muchas aplicaciones, serán varias veces más anchas que la pantalla táctil, y puede ser manoseado a la izquierda y la derecha en lo que Microsoft llama un diseño panorámico.

Nuevo nicho de mercado

El lema de Microsoft para el Windows Phone 7, o WP7, como ya se le llama, es ‘La vida en movimiento’. Microsoft ha querido también tener su cuota de mercado en la telefonía móvil en movimiento. Una encuesta realiza por Nielsen sobre este tema desveló que en los seis meses anteriores al mes de agosto de este año, los teléfonos Android de Google supusieron el 32 por ciento de las ventas de teléfonos inteligentes vendidos en EEUU; asimismo, Research In Motion BlackBerry había vendido un 26 por ciento y Apple un 25 por ciento. Por su parte, los teléfonos de Microsoft se agruparon en la categoría ‘otros’ de la encuesta de Nielsen, con menos del 5 por ciento de las ventas.

Por ese motivo, la compañía se ha puesto manos a la obra. Si Microsoft no puede establecerse en dispositivos móviles, corre el riesgo de que la plataforma de computación de más rápido desarrollo, pierda credibilidad. Al igual que con los teléfonos anteriores que utilizan software de Microsoft, estos dispositivos vienen de varios fabricantes y se venderán por múltiples proveedores de servicios inalámbricos. Como era de esperar, WP7 tendrá Microsoft Word, Excel, PowerPoint y programas, así como su software corporativo de Exchange de correo electrónico, su servicio gratuito de Skydrive para los consumidores que estén en casa, el de búsqueda de Bing y mapas, y el servicio Xbox Live de juego multijugador.

Pero Microsoft ha dado un giro importante en esta ocasión y no ha pretendido meter el escritorio de Windows y la interfaz del ordenador portátil en un teléfono. Muy al contrario, el WP7 ha sido diseñado para centrarse, según Brandon Watson, administrador de este sistema, en «la información que la gente quiere ver en sus teléfonos». Y la mejor manera de mostrarlo es a través de una pantalla táctil móvil. Eso significa menos clics y más movimiento en sentido vertical, es decir más páginas y que la información se actualice automáticamente.

WP7 está dirigido a un público joven adicto a las redes sociales, que puedan a través de sus pantallas panorámicas de información actualizar datos frescos. Los nuevos teléfonos de Windows tienen también una tienda con aplicaciones, donde, además de juegos, los usuarios pueden descargar aplicaciones de Netflix que les permiten alquilar y ver películas. Microsoft favorece, de esta forma, su propia tecnología Silverlight para video y animación, pero también, según Microsoft, el soporte Flash ampliamente utilizado de Adobe, que Apple se niega a apoyar. Eso significaría que los usuarios de WP7 pueden ver vídeos en Internet y jugar a juegos on line que hasta ahora no podía hacerse con un iPhone.

Las primeras críticas de este WP7 han sido muy positivas, pero es difícil predecir si un producto tan bien hecho como éste puede alcanzar a Microsoft Apple y Google en el mercado móvil. El año pasado, los teléfonos Palm Pre no pudieron alcanzarlos a pesar de su avanzado sistema operativo y lo atractivo de su diseño y lo mismo ocurrió con la línea Kin de Microsoft, que ofrecía ofrece una experiencia unificada al usuario de las redes sociales, combinando teléfono, ordenador y servicios en la nube, pero fracasó.