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Sistémica y Cibernética, elementos de la complejidad

El siglo XX se caracterizó por transformaciones muy profundas en las sociedades humanas. Daremos a continuación algunas, especialmente significativas:

• Explosión demográfica y multiplicación exponencial de las interrelaciones entre individuos y grupos.
• Explosivo desarrollo tecnológico llevando a interacciones cada vez más numerosas y más fuertes entre los hombres y su entorno.
• Tendencia marcada y acelerada hacia la constitución de una organización planetaria.
• Desarrollo creciente de la especialización en las disciplinas científicas, con dificultades crecientes de intercomunicación y coordinación.

Estos fenómenos se traducen, en la práctica, en múltiples conflictos y problemas, muy rebeldes a los métodos tradicionales. Frente a este tipo de situaciones, el intento de soluciones locales o fragmentarias, se revela inoperante.

El común denominador de toda esta problemática es la aparición de sistemas complejos en número cada vez mayor y con crecientes interconexiones e influencias recíprocas.

Problemas y alcance

Todo el pensamiento teórico occidental y sus aplicaciones prácticas han sido orientados, desde hace varios siglos, a la solución de problemas específicos y limitados, aislados generalmente de su contexto. Esta actitud se basa en el siguiente postulado: el contexto ejerce poca influencia sobre el fenómeno y no cambiará notablemente.

Estos métodos se revelaron muy eficaces a efectos de que el hombre obtuviese un creciente poder material. Los ha usado para modificar profundamente los equilibrios ecológicos, económicos y sociales, que constituyen las condiciones básicas de la estabilidad de su vida individual y colectiva.

Se hace necesaria, por lo tanto, una mejor comprensión de los grandes sistemas complejos, de su naturaleza y funcionamiento, esencialmente cibernético. Es imprescindible, además, contar con un nuevo tipo de modelos y una metodología específica de la acción global, que completen y eventualmente corrijan los modelos y las metodologías de la acción local, puntual o especial que hemos utilizado hasta ahora.

Propósitos

Tales son, precisamente, los propósitos de la Sistémica (Teoría General de Sistemas) y la Cibernética, cuyos elementos van evolucionando desde hace unos cincuenta años, como respuesta, cada vez más precisa, a interrogantes acerca del funcionamiento de los sistemas complejos.

Es así que diversas ramas de la TGS tratan la organización interna de los sistemas, sus interrelaciones recíprocas, sus niveles jerárquicos, su capacidad de variación y adaptación, la conservación de su identidad, su autonomía, las relaciones entre sus elementos, las reglas de su organización y crecimiento, su desorganización y destrucción, las condiciones de su conservación, etc.

A su vez, la CIBERNÉTICA se ocupa de las retroalimentaciones, las regulaciones, los controles, las condiciones de estabilidad de los sistemas complejos y, por otra parte, la naturaleza de la información y de su transmisión.

Todos estos temas tienen en común el tratamiento de relaciones internas y/o externas, simultáneas y/o secuenciales, entre numerosos elementos y/o grupos de elementos, que no pueden ser desconectados sin destruir la esencia del sistema, es decir, su unidad.

De estas nociones abstractas, pueden extraerse modelos de sistemas reales. Dichos modelos pueden ser homomórficos con el sistema (o sea análogos aunque selectivamente simplificados) y pueden ser isomórficos entre sí, presentando exactamente las mismas estructuras y funcionalidad.

Transdisciplinariedad

El valor TRANSDISCIPLINARIO de la Sistémica y de la Cibernética, reside en la posibilidad de obtener modelos que exhiben características comunes, aunque referidas a sistemas diferentes. Aparece así, un nuevo lenguaje conceptual, puente entre numerosas disciplinas.

La existencia de conceptos y modelos generales, lleva a la posibilidad de la acción global, porque se respetan las interconexiones entre las partes de la realidad, que nuestra mente tomó por costumbre desmembrar.

La Sistémica y la Cibernética, sus modelos y su metodología, están todavía en su época de formación y desarrollo. Sin embargo, aún en esta fase de formación, es cada vez más evidente que sus principios responden a las necesidades del mundo contemporáneo. Numerosos conceptos señalados precedentemente, han aparecido en los últimos años. Otros, aparecidos de manera independiente y más antiguos, se han integrado hace poco.

Es evidente, pues, que lejos de descartar los anteriores modos de pensar; es necesario reconsiderarlos e integrarlos en una totalidad conceptual mucho más amplia.

Charles François es desde 1951 investigador en Cibernética y Sistémica y Presidente Honorario del GESI (Grupo de Estudio de Sistemas Integrados), rama argentina de la ISSS (International Society for the System Sciences). Es miembro de ALAS (Asociación Latinoamericana de Sistemas) y miembro del Consejo de Redacción de las siguientes revistas: Systems Research (USA), Systems Practice (UK), Revue Internationale de Systémique (París), Revista Internacional de Sistemas (Madrid), Sistémica (Lima). Es autor de numerosos trabajos publicados en actas y en revistas, además de su monumental obra International Encyclopedia of Systems and Cybernetics (2 tomos). GESI e ISSS, junto a IFSR, auspician en agosto próximo en Argentina un Seminario Internacional sobre Sistémica Interdisciplinar con motivo de la 1ra. Reunión Regional de ALAS (Buenos Aires, YMCA, Agosto 7-8-9).

Bibliografía

• Charles François (1992): Diccionario de Teoría General de Sistemas y Cibernética. GESI, Buenos Aires.
• Charles François (2004): International Encyclopedia of Systems and Cybernetics, 2 ed. K. G. Saur Verlag, Munchen (2 tomos).