Los estímulos positivos, como el desarrollo de tareas placenteras, la interacción social o los desafíos intelectuales permanentes que nos sacan de la monotonía, mantienen dormidos a los genes relacionados con el...
Los estímulos positivos, como el desarrollo de tareas placenteras, la interacción social o los desafíos intelectuales permanentes que nos sacan de la monotonía, mantienen dormidos a los genes relacionados con el...