Los cerebros de los mamíferos experimentaron su mayor crecimiento como consecuencia de dos grandes crisis globales: la extinción masiva hace 66 millones de años y una transición climática hace 33 millones de años.
Los cerebros de los mamíferos experimentaron su mayor crecimiento como consecuencia de dos grandes crisis globales: la extinción masiva hace 66 millones de años y una transición climática hace 33 millones de años.