Los astrónomos han descubierto una colosal e insólita medusa cósmica, situada a 340 millones de años luz de la Tierra: emite unas extrañas señales de radio que solo pueden detectar radiotelescopios de baja frecuencia.
Los astrónomos han descubierto una colosal e insólita medusa cósmica, situada a 340 millones de años luz de la Tierra: emite unas extrañas señales de radio que solo pueden detectar radiotelescopios de baja frecuencia.