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Unos paneles solares cilíndricos abaratan la energía solar

La empresa Solyndra ha desarrollado un nuevo tipo de paneles solares más baratos de producir e instalar que los paneles convencionales. La gran novedad es que son cilíndricos.

A diferencia de los paneles solares al uso, formados por células solares planas, los nuevos paneles comprimen rollos de células solares cilíndricas hechas a partir de una fina lámina de una material semiconductor. Este material se hace con un bobinado de indio, galio y selenio.

Para hacer las células, los ingenieros de Solyndra depositan este material semiconductor en un tubo de cristal que después es encapsulado en otro tubo con conexiones eléctricas. La nueva estructura permite al sistema absorber a lo largo del día más luz que un panel convencional y, por lo tanto, generar más energía. Según sus creadores, otra de las características de este nuevo diseño es que ofrece menos resistencia al viento que los paneles lisos, por lo que son más fáciles y baratos de instalar sobre los tejados.

La empresa ha conseguido financiación por valor de 600 millones de dólares y asegura tener ya pedidos por 1.200 millones. Sus paneles se instalan exclusivamente en tejados de edificios comerciales.

Las primeras unidades producidas salieron de sus fábricas a primeros de este año. Eventualmente estarían en disposición de crear cada año paneles con una capacidad de 110 megavatios, pero dada la cantidad de pedidos van a abordar la construcción de una nueva fábrica que cuadruplicará su producción anual.

Resistente al viento

Los paneles solares cilíndricos tienen numerosas ventajas para generar energía solar en los tejados de edificios comerciales. Los paneles planos convencionales captan el viento, por lo que, al ser instalados, tienen que estar atornillados o sujetos con contrapesos para que el viento no los arrastre. Los paneles de Solyndra están formados de tal manera que entre los tubos hay huecos, por lo que el viento puede pasar a través de ellos sin problemas, haciendo innecesarias medidas extra para sujetarlos, incluso cuando se ven azotados por vientos de más de 200 kilómetros por hora. De hecho, sus instalaciones de prueba en Florida sufrieron la visita de un huracán y las placas salieron indemnes.

Con este planteamiento, el precio de su instalación es mucho menor que en el caso de los paneles convencionales, por lo que, según la empresa, tiene el potencial de equiparar el precio de la energía solar con el de la energía generada a partir de combustibles fósiles como el carbón.

Por otro lado, el diseño cilíndrico permite a los paneles absorber más luz solar. Los paneles funcionan mejor cuando la luz incide sobre ellos directamente, como cuando el sol le da de pleno. Para extraer más energía, los paneles suelen estar montados sobre estructuras que van siguiendo el recorrido del sol a lo largo de todo el día. Estos sistemas de seguimiento no pueden funcionar cuando hay viento, además encarecen el precio final y hacen que los paneles ocupen más espació.

La propuesta de Solyndra es otra manera de incrementar la energía de los paneles, ya que a cualquier hora del día algún punto de de la superficie curva está recibiendo luz del sol más o menos de modo directo.

Menos tiempo de instalación

Por supuesto, la cara opuesta del cilindro se queda en sombra. Pero en tejados blancos con mucho poder de refracción, la luz pasa a través de los huecos por donde también pasa el viento y se refleja, siendo absorbida por esa otra parte que no está siendo dada de manera directa por el sol.

De esta manera, a lo largo del año el sistema termina produciendo más energía que un panel convencional. Si a esto le unimos que cuesta menos su instalación, la empresa está en disposición de afirmar que dentro de pocos años, optimizando la fabricación e incrementando los volúmenes de producción, se podría abaratar mucho el coste de la energía solar.

“Con un cilindro, recogemos la luz desde todos los ángulos, incluso recogemos la luz difusa”, comenta Chris Gronet, presidente ejecutivo de Solyndra, a Sciam. Gronet fundó la empresa en 2005 basándose en una idea que tuvo una noche cuando se estaba preguntando de qué manera se podrían instalar paneles fotovoltaicos por menos dinero. “Dado que no tienen que disponerse en un ángulo concreto y no han de estar sujetas, el coste de instalación es la mitad y el tiempo para hacerlo una tercera parte”.