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Descubren un extraño punto en la superficie de una estrella bebé a 450 millones de años luz de la Tierra

Investigadores de la Universidad de Boston, en Estados Unidos, han descubierto un punto de forma inusual en la estructura superior de una estrella bebé. Las características de esta estrella en formación, localizada a 450 millones de años luz de la Tierra, podrían arrojar luz sobre los misterios que aún subsisten en torno a la formación del Sistema Solar.

¿Cómo era nuestro Sol en sus primeros momentos de existencia? ¿Cómo se formaron la Tierra y el resto de los planetas al calor de su influjo? Éstas y otras tantas incógnitas todavía no han podido ser resueltas por completo, aunque se hayan acumulado siglos de conocimiento científico.

La astronomía ha logrado avanzar hacia el descubrimiento de miles de millones de estrellas y sistemas planetarios ubicados en los confines de la Vía Láctea e incluso en otras galaxias, pero muchas de las condiciones iniciales del Sistema Solar siguen siendo un enigma. Ahora, un nuevo estudio recientemente publicado en la revista Nature podría iniciar un camino que conduzca a respuestas inéditas.

Las estrellas bebés pueden ser la clave

Estudiar estrellas jóvenes que comparten propiedades similares con nuestro Sol es clave para comprender el nacimiento de nuestro propio planeta y del Sistema Solar, avanzando hacia un entendimiento más profundo sobre el cosmos. Precisamente, la detección de una mancha de forma única en una estrella bebé concretada por los astrónomos estadounidenses revela nueva información sobre cómo crecen las estrellas en sus instantes iniciales.

Cuando una estrella bebé se está formando, devora polvo y partículas de gas que se agrupan a su alrededor en los denominados discos protoplanetarios. Asimismo, el proceso llamado acreción provoca que las mencionadas partículas colisionen contra la superficie de la estrella.

Estos choques van generando puntos calientes y de extrema densidad sobre la estructura exterior de las estrellas bebés: son los puntos focales del proceso de acreción. De acuerdo a una nota de prensa, el nuevo estudio ha descubierto uno de esos puntos en la estrella bebé GM Aur, ubicada en la nube molecular Tauro-Auriga de la Vía Láctea.

Dicho punto caliente presenta una forma nunca vista anteriormente en esta clase de estructuras. Los especialistas descubrieron que el punto caliente no es totalmente uniforme y que tiene un área en su interior que es incluso más caliente que el resto de la estructura.

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La influencia del campo magnético

Según los científicos, el descubrimiento confirma que los puntos calientes o focales generados durante el proceso de acreción son «huellas» en la superficie estelar, creadas por el campo magnético que actúa como eje de integración o comunicación entre las estrellas bebés y el material de los discos protoplanetarios.

En otras palabras, las fuerzas que interactúan en estos complejos procesos determinan cómo la estructura de los campos magnéticos indicados dirige las partículas de los discos protoplanetarios, para chocar posteriormente contra puntos específicos de la superficie de las estrellas en crecimiento. Aunque ya existían modelos teóricos que explicaban este fenómeno, el descubrimiento en la estrella bebé GM Aur los confirma y comprueba en un caso real.

Según los astrónomos, el comportamiento del punto caliente en esta estrella lejana y la dinámica confirmada en torno a este proceso podrían haberse concretado en forma similar durante los momentos iniciales de la existencia de nuestro Sol.

Los especialistas sostienen que con el avance de las tecnologías de observación será posible en el futuro hallar nuevas «huellas» que aporten evidencias sobre la forma que tenía el Sol cuando era una estrella bebé, y cómo su configuración influyó en la creación de los planetas y de todo el Sistema Solar.

Referencia

Measuring the density structure of an accretion hot spot. Espaillat, C.C., Robinson, C.E., Romanova, M.M. et al. Nature (2021).DOI:https://doi.org/10.1038/s41586-021-03751-5

Foto de portada: la imagen muestra una estrella joven llamada GM Aur comiendo partículas de gas y polvo de un disco protoplanetario, que está representado por el material verde que rodea a la estrella brillante. Crédito: M. M. Romanova.

Video y podcast: editados por Pablo Javier Piacente en base a elementos y fuentes libres de derechos de autor. Créditos imágenes en video: M. M. Romanova; Guillermo Ferla, John Fowler, Ramón Salinero, Max McKinnon y Shot by Cerqueira en Unsplash.

Música video y podcast: jorikbasov en Pixabay.