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Descubren una mutación genética relacionada con tumores múltiples

Según el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), se estima que alrededor del 5% de todos los tumores tiene un carácter hereditario. Esos cánceres hereditarios serían la consecuencia de mutaciones germinales en genes concretos que incrementan la susceptibilidad de padecer cáncer.

En los últimos años, se han identificado alrededor de 50 genes implicados en la predisposición hereditaria al cáncer y se han desarrollado técnicas para su estudio y caracterización de sus mutaciones.  

Investigadores del CNIO han hallado además ahora una mutación genética, en el gen POT1, relacionada con la enfermedad. En concreto, con un síndrome hereditario poco frecuente en el que los pacientes presentan múltiples tumores, entre los que se encuentran el angiosarcoma cardiaco (CAS). 

El hallazgo resulta importante porque, gracias a él, será posible identificar a los portadores e intervenir precozmente. Actualmente, los pacientes con esta enfermedad tienen una escasa supervivencia, porque el tumor se diagnostica cuando está en fases muy avanzadas.

Desarrollo de nuevos tratamientos

Las investigaciones de Javier Benítez, director del grupo de Genética Humana del CNIO y sus colaboradores han sido lo que ha hecho posible el descubrimiento. También lo han hecho las modernas técnicas de análisis del genoma.

Los investigadores del grupo de Benítez analizaron el caso de dos  hermanos con CAS. Tras secuenciar su exoma —la parte del genoma que se traduce a proteínas y por tanto la que más influye en el estado del organismo—, hallaron la causa de su enfermedad en una mutación del gen mencionado.

La identificación de este gen ha conducido directamente a otro grupo del CNIO, el de Telómeros y Telomerasa, liderado por María Blasco, que ya había identificado al mismo gen POT1 como responsable de otras formas de cáncer hereditario: el melanoma y el glioma familiar.

Un estudio de 2013, además, vinculó el gen POT1 a la leucemia linfática crónica, una forma de cáncer que afecta a más de mil nuevos pacientes cada año en España.

La presente investigación, publicada esta semana en Nature Communications , confirma un nuevo papel de POT1 en relación al desarrollo de diversas formas de cáncer hereditario.

Martínez y Blasco trabajan ahora en el desarrollo de un modelo animal con esa mutación para desarrollar nuevos tratamientos contra tumores humanos con la misma mutación. Otra de las líneas que se abre es tratar de entender el papel de esta mutación en el angiosarcoma cardiaco esporádico, no familiar, informa la plataforma Sinc.

La mutación y su efecto

Cada cromosoma del organismo tiene en su extremo, en los telómeros, un capuchón protector formado por proteínas, y POT1 es la grapa que lo fija en su sitio uniéndolo al ADN telomérico.

Todas las mutaciones halladas en POT1 impiden a este gen cumplir esa función. El ADN del extremo del cromosoma se queda, por tanto, sin su cubierta protectora, una anomalía que puede propiciar la aparición del cáncer.

Referencia bibliográfica:

Oriol Calvete, Paula Martinez, Pablo Garcia-Pavia, Carlos Benitez-Buelga, Beatriz Paumard-Hernández, Victoria Fernandez, Fernando Dominguez, Clara Salas, Nuria Romero-Laorden, Jesus Garcia-Donas, Jaime Carrillo, Rosario Perona, Juan Carlos Triviño, Raquel Andrés, Juana María Cano, Bárbara Rivera, Luis Alonso-Pulpon, Fernando Setien, Manel Esteller, Sandra Rodíguez-Perales, Gaelle Bougeard, Tierry Frebourg, Miguel Urioste, Maria A. Blasco, Javier Benítez. A mutation in the POT1 gene is responsible for cardiac angiosarcoma in TP53-negative Li–Fraumeni-like familiasNature Communications (2015). DOI: 10.1038/ncomms9383.