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Dos tsunamis amenazan a las operadoras de telefonía móvil

La sobrecarga de información y datos amenaza a las operadoras de telefonía móvil, que deben comenzar a ajustar sus redes a la demanda creciente de servicios móviles de Internet, advierte Ken Denman, presidente de Openwave Systems, en un artículo aparecido en la revista Telecommunications Online.

La rápida difusión de los smartphones o teléfonos inteligentes, como el iPhone, ha demostrado que existe un interés creciente en los usuarios por tener Internet en el móvil, y por las aplicaciones de fácil acceso a la Red desde cualquier lugar.

Dos tsunamis

Los datos revelados por un estudio de la compañía comScore señalan que, de hecho, el número de personas que usan móviles para acceder a noticias e información en la Red se dobló entre enero de 2008 y enero de este año.

Asimismo, comScore ha revelado que de 63,2 millones de personas que accedieron a información online a través de sus dispositivos móviles en enero de 2009, nada menos que 22,4 millones (el 35% de ellas) lo hicieron a diario.

Se calcula que la cantidad actual de tráfico de datos generada por los smartphones es de alrededor de 66 petabits (un petabit equivale a un trillón de bits) y se espera que esta cantidad se multiplique por cinco en 2012.

Las redes luchan ya por sostener este aumento del tráfico y adaptarse a la demanda de los consumidores, pero el uso de la banda ancha está alcanzando nuevos hitos, y continúa aumentando sin parar, desbordando a los servidores.

Por ello, según Denman, la industria de la telefonía móvil se va a ver muy pronto alcanzada por dos tsunamis de demanda de datos para dispositivos móviles, dos grandes oleadas que se acercan a una velocidad quizá demasiado rápida como para que las necesidades queden del todo cubiertas.

A pesar de la crisis

El primero de los tsunamis surgirá del número creciente de usuarios de teléfonos inteligentes. Si la industria creía que la crisis económica global limitaría o retrasaría la expansión del uso de información de la Red a través de la telefonía móvil, en realidad se está asistiendo a un escenario muy distinto al esperado, sobre todo a medida que las aplicaciones para la gestión de información en los teléfonos móviles se desarrollan en los países desarrollados.

Por otro lado, un segundo tsunami amenaza con llegar, como consecuencia de la expansión de otros dispositivos que también permiten el acceso móvil a Internet.

Netbooks y ordenadores personales equipados con 3G, entre otros dispositivos, se espera que tengan una demanda de datos e información incluso mayor que la de los smartphones.

Así, por ejemplo, Cisco Systems ya ha predicho que las tarjetas de datos de los ordenadores portátiles generarán más del 80% del tráfico móvil global de información para el año 2013.

Mejorar las redes

La realidad es, por tanto, que las operadoras deben empezar desde ya a mejorar la capacidad de sus redes, a pesar de que la industria, ahora mismo, parezca no poder afrontar esta inversión extra de capital.

Sin embargo, ya hoy día el principal cuello de botella para la transmisión y recepción de datos desde dispositivos móviles se encuentra en las redes.

Las operadoras deben encontrar, por tanto, la manera de aumentar su capacidad de distribución de datos con estrategias encaminadas a prepararse para la demanda que está por venir, porque el problema no va a hacer otra cosa que empeorar.

Existen opciones inmediatas y de coste efectivo que las operadoras pueden empezar a seguir, como reducir la cantidad de contenidos enviados con técnicas de compresión de datos.

Otra posibilidad es disminuir los datos que se requieren para vídeo y otros servicios de banda ancha con tecnología inteligente que, instalada dentro de las redes operadoras, alivie la carga de la red y aumente la velocidad de las trasmisiones, descargas, y búsquedas de los usuarios a través de sus dispositivos.

Algunos consejos

Según explica Denman, en el núcleo de una buena optimización de las redes se deben considerar tres funciones básicas: la compresión de contenidos para reducir el volumen actual de datos que se estén transmitiendo; transmitir información de manera más eficiente; y depositar contenidos cerca del borde de la red para posibilitar una experiencia más rápida en Internet y limitar el volumen de datos que circulan.

Por otro lado, hay que considerar varios factores clave a la hora de optimizar las soluciones como la inteligencia (una solución correcta permitirá gestionar de manera inteligente y selectiva la información); la preservación de la calidad del servicio para los usuarios (se han de buscar soluciones que ayuden a superar los obstáculos que encuentre el flujo de información); o que las soluciones escogidas resulten de fácil aplicación en cualquier dispositivo móvil, dado que continuamente aparecen nuevos aparatos.

Los especialistas advierten de que tomar cualquiera de éstas u otras medidas resultará crucial para que las operadoras puedan afrontar el desafío y sean capaces de desarrollar servicios adaptados a la demanda.