Tendencias21

El carburante hidrógeno podrá producirse a gran escala en 2011

Unos rayos de sol, una pizca de óxido de titanio y unas cucharillas de agua son los ingredientes de una revolucionaria técnica experimentada por científicos australianos para obtener carburante hidrógeno, la fuente más barata, limpia y abundante jamás desarrollada: sus principales deshechos o subproductos serían solamente oxígeno y agua.

La técnica se basa en el empleo de cerámicas especiales de óxido de titanio, que recolectan la luz del Sol y procesan el agua para producir combustible de hidrógeno. Una simple operación de ingeniería convertirá esta técnica en dispositivos industriales.

La selección del titanio como la materia prima de este invento responde a las excelencias de este metal, que es un 40% más ligero que el acero y con unas excelentes propiedades semiconductoras, así como con una resistencia única a la corrosión del agua.

Los artífices del invento son el profesor Janusz Nowotny, que dirige el proyecto junto con Chris Sorrell, ambos del Centro para los Materiales y la Transformación de la Energía de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia).

En 2011

Tal como explica esta universidad en un comunicado, los autores presentaron los resultados de su trabajo el pasado 27 de agosto en Sydney frente a representantes de Japón, Alemania, Estados Unidos y Australia en la Conferencia Internacional sobre Materiales para Energía de Hidrógeno, en la UNSW.

Ambos consideran que el carburante hidrógeno estará listo dentro de siete años (en 2011), ya que su producción a gran escala depende de la construcción de un dispositivo recolector de energía sin partes móviles y que no emita gases de invernadero ni agentes contaminantes.

Entre los participantes en la conferencia de Sydney estuvieron los inventores del proceso del hidrógeno solar, Akira Fujishima y Kenichi Honda. Desde su descubrimiento en 1971, la ciencia trabaja en el diseño de materiales para separar la molécula de agua usando luz solar. El equipo de la UNSW lo consiguió usando foto electrodos de titanio, debido a que éstos tienen las adecuadas propiedades semiconductoras y una alta resistencia a la corrosión del agua.

Australia es un país idóneo para la producción de este carburante, ya que posee abundante sol, importantes reservas de titanio y geográficamente está situado en pleno mercado de la energía, la región del Asia Pacífico. Según se desprende de la visión de sus descubridores, Australia puede convertirse en la próxima década en una potencia que produce y exporta esta energía limpia, que no ocasiona emisiones de gases de efecto invernadero, que es mucho más barata que el petróleo y que además es prácticamente inagotable.

Dudas sobre el hidrógeno

A pesar de estas perspectivas, el horizonte del carburante hidrógeno puede que no sea tan prometedor. Oficialmente se le considera una alternativa a las energías fósiles porque obtiene energía del agua sin contaminar el entorno.

Sin embargo, una investigación desarrollada por el Instituto de Tecnología de California (CalTech) señala que con las tecnologías actuales de producción, almacenamiento y transporte, la sustitución completa de las energías fósiles por el hidrógeno ocasionaría una contaminación a la atmósfera de entre el 10% al 20%.

Según este modelo, el hidrógeno, ligero, sube rápidamente a la atmósfera, donde triplica las moléculas presentes, y reacciona con el oxígeno para formar agua. A esta altura, la multiplicación de moléculas de agua perturba la química del ozono y provoca un aumento del agujero de la capa de ozono sobre los polos terrestres de alrededor de un 8%.

Esta hipótesis, aún sin ser descalificada, no ha disminuido el empeño de los gobiernos por investigar sobre las posibilidades del hidrógeno como fuente alternativa de energía.

Grandes inversiones

El Gobierno de Estados Unidos destina 30.000 millones de dólares a esta investigación, Japón desarrolla un programa de 20 años sobre esta alternativa y la Comisión Europea ha puesto en marcha asimismo un intenso programa de I+D sobre el hidrógeno solar: 2.000 millones de euros de presupuesto hasta 2006. Islandia pretende convertirse a su vez en la primera economía del mundo basada en el hidrógeno.

En España, diversas empresas participan en proyectos europeos para producir hidrógeno de forma limpia y rentable, particularmente a través de las pilas de combustible, sistema electrolítico en el que se hace reaccionar un combustible con el oxígeno del aire.

En Europa hay 400 coches por cada 1.000 habitantes, y se estima que en 2010 la proporción llegará a los 510. El consumo de un millón de litros de gasolina comporta la emisión de 2,4 millones de kilos de dióxido de carbono a la atmósfera. Son datos que explican la importancia de obtener un carburante limpio.

Temas relacionados:

Comienza la transición energética hacia la economía del hidrógeno
La energía del hidrógeno
A New Hydrogen Economy?