Las siglas GPA son una forma estándar de medir el
rendimiento académico. Este indicador permite obtener el promedio de
calificaciones para evaluar el éxito durante el proceso de enseñanza educativa.
Según un trabajo publicado en la revista PLoS ONE los jóvenes con padres
divorciados presentan un GPA inferior que los adolescentes con familias unidas.
Este resultado se vuelve más evidente cuando los adolescentes tienen madres con
mayor nivel educativo.
Es sabido que los niños y adolescentes con padres separados o divorciados
tienen menor desempeño académico, tanto a nivel físico y mental como en el
aspecto social y adaptativo, informó un reciente comunicado.
Para cuantificar esta evidencia, los investigadores utilizaron como datos el
estudio youth@hordaland,
una encuesta poblacional de adolescentes de entre 16 y 19 años llevado a cabo
en la primavera de 2012 en el condado de Hordaland, Noruega.
En Noruega, cada sujeto se clasifica en una escala que va de 1 (error) a 6
(excelente).
El GPA se calcula tomando la suma de todas las calificaciones recibidas en un
año escolar, dividido por el número total de sujetos.
En el estudio youth@hordaland participaron 19.439 adolescentes, de los
cuales 9.166 fueron incluidos en el informe. publicado en PLOS One.
Este estudio descubrió que, en general, los adolescentes con padres divorciados
tienen 0,3 puntos menos que los jóvenes con familias unidas.
La escolaridad materna
Estos resultados se agravan cuando los adolescentes tienen madres con una alta
cultura educativa.
Es decir, el divorcio está asociado con una disminución de 0.120 puntos en el
GPA entre los adolescentes cuando las madres divorciadas tienen un nivel de
educación secundaria.
La disminución llega a los 0.175 puntos cuando las madres tienen una educación
a nivel de licenciatura.
Finalmente, la disminución alcanza los 0.209 puntos cuando las madres
tienen un máster universitario.
“Entre los adolescentes noruegos, el divorcio de los padres apenas se asocia
con el GPA si los padres tienen bajos niveles de instrucción escolar”, señala
Sondre Aasan Nilsen del Centro de Investigación de Noruega (NORCE) y la
Universidad de Bergen, Noruega, en un comunicado.
Y añade: “Por el contrario, entre los adolescentes con madres educadas o
altamente educadas, el divorcio se asoció significativamente con un menor GPA”.
Debido a la estructura de la sección transversal del estudio, los investigadores
no pudieron investigar los cambios específicos entre la vida antes y después
del divorcio de la familia.
Sin embargo, este estudio proporciona nuevas pruebas sobre la asociación
negativa entre el divorcio y el GPA de los adolescentes. En definitiva, estos
patrones son más fuertes en las familias con madres más educadas.
Referencia
Divorce and
adolescent academic achievement: Heterogeneity in the associations by parental
education. Sondre
Aasen Nilsen et al. PLOS One, March 4, 2020.
DOI:https://doi.org/10.1371/journal.pone.0229183