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Europa reducirá por miedo la exposición a los campos electromagnéticos

Un proyecto europeo llamado LEXNET pretende reducir a la mitad la exposición a los campos electromagnéticos de los ciudadanos sin perjuicio para la calidad del servicio. Cada vez son más comunes las aplicaciones domésticas y móviles de sistemas de comunicación inalámbrica que emplean campos electromagnéticos.

Aunque no se ha demostrado que ejerzan un efecto negativo sobre la salud, señala la noticia de la agencia CORDIS, persiste cierta inquietud al respecto, tal y como muestra una encuesta del Eurobarómetro en la que se descubrió que un 67% de los encuestados consideraban que los teléfonos móviles influyen en la salud.

A pesar de la implantación en distintos países de medidas y prácticas destinadas a reducir la exposición a este tipo de campos, éstas suelen ocuparse sobre todo de las estaciones base de redes móviles y de sus puntos de acceso. Ahora un grupo de 17 operadoras de redes móviles, proveedores, institutos científicos y centros de investigación ha puesto en marcha LEXNET (Low EMF Exposure Future Networks, Redes futuras de baja exposición a campos electromagnéticos), un proyecto financiado con fondos europeos diseñado para generar mecanismos efectivos que reduzcan a la mitad la exposición a los campos electromagnéticos sin perjuicio para la calidad del servicio.

Por parte de España participan la Universidad de Cantabria y TTI Norte, empresa de tecnología de radiofrecuencia y antenas. También participan Fujitsu, France Telecom y el Karlsruhe Institute für Technologie, entre otros.

«Resulta importante estudiar soluciones innovadoras de baja exposición a las radiofrecuencias en distintos aspectos, desde los dispositivos de radio hasta la arquitectura de la red, pasando por las topologías, la gestión y la prestación de servicios», apunta Joe Wiart, coordinador del proyecto.

La normativa y la literatura científica

La web de LEXNET refleja la opinión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre los riesgos de la telefonía móvil: «Un gran número de estudios se han realizado en los últimos dos decenios para evaluar si los teléfonos móviles suponen un riesgo potencial para la salud. Hasta la fecha, no se ha demostrado que ningún efecto adverso esté causado ​por el uso del teléfono móvil «.

A fin de proteger al público contra los efectos en la salud de los campos electromagnéticos conocidos, se han establecido varios límites legales. De acuerdo con el Tratado de la Unión Europea, es responsabilidad de los Estados miembros de la UE proteger la salud de los ciudadanos. Dado que un marco de protección común puede ser útil, el Consejo Europeo adoptó en 1999 una recomendación (1999/519/CE) relativa a la limitación de la exposición del público en general a campos electromagnéticos.

En Europa, los equipos de telecomunicaciones tiene que cumplir con la directiva RTTE que requiere que los productos cumplan con la recomendación del Consejo Europeo. La ICNIRP (Comisión Internacional de Protección contra las Radiaciones No Ionizantes) también ha definido varios límites a la exposición a los campos electromagnéticos.

A pesar de estos límites, las nuevas tecnologías que utilizan campos electromagnéticos (CEM) provocan preguntas y temores entre los ciudadanos. Los estudios epidemiológicos que se han realizado no han cerrado el debate, ya que los investigadores han concluido que los sesgos y errores limitan la fortaleza de sus conclusiones e impiden una interpretación causal. Dicha incertidumbre ha reforzado aún más la preocupación existente.

Aunque los sistemas inalámbricos contribuyen a la calidad de vida de muchas maneras, y representan una gran parte de la economía digital, la preocupación por los posibles efectos sanitarios podría alejar el público en general del uso de innovadores sistemas inalámbricos.

Contexto

El proyecto LEXNET recibe fondos del programa de trabajo para las «Tecnologías de la información y la comunicación» del Séptimo Programa Marco (7PM) de la Comisión Europea en virtud del objetivo «Redes del Futuro».

Este objetivo apoya el desarrollo de infraestructuras de red nuevas con capacidades de convergencia e interoperabilidad entre tecnologías de red heterogéneas móviles, fijas e inalámbricas para conformar la Internet del futuro. El proyecto LEXNET se inició a principios de noviembre de 2012 y estará en marcha durante tres años.

La percepción pública

El Eurobarómetro de 2010 sobre percepción de riesgos relacionados con los campos electromagnéticos revela que el 26% de los ciudadanos de la UE consideran que los teléfonos móviles perjudican en gran medida a la salud, dos puntos menos que en la encuesta de 2006. De media en toda Europa, hasta el 67% considera que los móviles afectan en mayor o menor medida.

Los países donde menos preocupación hay son Dinamarca, Países Bajos y Finlandia, donde más de la mitad de los encuestados consideran que los móviles no afectan en absoluto a la salud, mientras que en Italia es donde más preocupación había (el 97% piensa que son perjudiciales). España está algo por encima de la media, en el 68%.

Los ordenadores preocupan a un 60% de europeos, con los países nórdicos de nuevo a la cola, y los del sur y el este a la cabeza. España en este caso está por debajo de la media, con un 56%. Los aparatos eléctricos del hogar son peligrosos para el 56% de los encuestados, el 55% en España.