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Fuera del cuerpo nos falla la memoria, constata una investigación

Una investigación del Instituto Karolinska y de la Universidad de Umeå, en Suecia, ha demostrado por vez primera que existe una estrecha relación entre la percepción del propio cuerpo y la capacidad de recordar: para poder almacenar nuevos recuerdos de nuestras vidas, necesitamos sentir que estamos en nuestro propio cuerpo.

Según los investigadores, los resultados obtenidos podrían ayudar a comprender los problemas de memoria que a menudo presentan pacientes con determinados trastornos psiquiátricos.

Estudio de la memoria episódica

Nuestro recuerdo de lo que sucedió el primer día que fuimos a clase es un ejemplo de lo que los especialistas llaman “memoria episódica”; que es la memoria relacionada con sucesos autobiográficos.

La forma en que este tipo de recuerdos se crea y el papel de la percepción del propio cuerpo en la generación de ellos han resultado inciertos durante mucho tiempo.

Lo que los investigadores suecos han logrado demostrar es que si experimentamos un evento emocionante al tiempo que percibimos la ilusión de estar fuera de nuestro propio cuerpo, perderemos parte de la memoria de ese evento.

«Ya había evidencias de que personas con trastornos psiquiátricos que provocan la sensación de no estar en el propio cuerpo crean recuerdos fragmentarios de hechos pasados», explica Loretxu Bergouignan, autora principal del estudio en un comunicado del Instituto Karolinska. «Queríamos averiguar cómo se manifestaría este mismo fenómeno en sujetos sanos».

Características de la investigación

En la investigación, detallada en la revista PNAS, participaron un total de 84 estudiantes que fueron sometidos a cuatro interrogatorios orales. Para hacer que las sesiones fueran memorables, un actor asumió en ellas el papel de examinador y de muy excéntrico profesor del Instituto Karolinska.

Dos de los interrogatorios fueron percibidos por los participantes en primera persona y desde sus propios cuerpos, en la forma habitual; mientras que, en las otras dos sesiones, los voluntarios experimentaron la ilusión de encontrarse fuera de su propio cuerpo gracias a unas gafas de realidad virtual y auriculares.

Una semana más tarde, todos fueron sometidos a pruebas de memoria, en las que se les pidió que recordaran los acontecimientos acaecidos en las sesiones, y que dieran detalles sobre lo que había sucedido: en qué orden habían pasado las cosas, qué habían sentido, etc. Al mismo tiempo que rememoraban estas cosas, los científicos analizaron sus cerebros con la tecnología de resonancia magnética funcional (fMRI)‎.

Resultados obtenidos

Se comprobó así que los participantes recordaban los interrogatorios ‘fuera del cuerpo’ significativamente peor que los vividos en un estado normal, desde la perspectiva de su propio cuerpo.

Este fue así, a pesar de que todos respondieron igual de bien a las preguntas de ambas situaciones, y que indicaron que en ambos casos habían experimentado los mismos niveles de emoción.

Los escáneres de fMRI revelaron asimismo una diferencia crucial en la actividad de una parte del lóbulo temporal -el hipocampo- que se sabe es fundamental para la creación de la memoria episódica.

«Cuando trataron de recordar lo que había sucedido durante los interrogatorios en los que se sintieron fuera de sus cuerpos, la actividad del hipocampo desapareció, a diferencia de cuando recordaron las otras situaciones. Sin embargo, pudimos detectar actividad en la corteza del lóbulo frontal, lo que señala que estaban haciendo un esfuerzo por recordar», explica el profesor Henrik Ehrsson, director del grupo de investigación que llevó a cabo el estudio.

Interpretación e implicaciones

A partir de estos resultados, los científicos infieren que existe una estrecha relación entre la experiencia corporal y la memoria.

Nuestro cerebro crea constantemente la experiencia del propio cuerpo en el espacio, mediante la combinación de información procedente de múltiples sentidos: vista, oído, tacto, y demás.

Cuando se crea un recuerdo, la tarea del hipocampo es relacionar toda la información que se encuentra en la corteza cerebral en una memoria unificada, para su posterior almacenamiento a largo plazo. Durante la experiencia de permanecer fuera del propio cuerpo, este proceso de almacenamiento memorístico se trastorna y, en consecuencia, el cerebro crear recuerdos fragmentarios.

«Creemos que este nuevo conocimiento puede resultar importante para futuras investigaciones sobre problemas de memoria vinculados a trastornos psiquiátricos, como el trastorno por estrés postraumático, el trastorno límite de la personalidad y ciertas psicosis que provocan experiencias disociativas», concluye Bergouignan.

Referencia bibliográfica:

Loretxu Bergouignan, Lars Nyberg, y H. Henrik Ehrsson. Out-of-body–induced hippocampal amnesia. Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) (2014). DOI: 10.1073/pnas.1318801111.