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La industria europea apuesta por la energía solar térmica en el Norte de África

Doce empresas, entre ellas la española Abengoa Solar, el consorcio alemán E.ON y la suiza ABB, acordaron esta semana participar en Desertec Industrial Initiative (DII), el proyecto de energías renovables más ambicioso del mundo.

Asimismo participarán los pesos pesados de la industria y las finanzas como el Deutsche Bank, MAN Solar, RWE, Münchener Rück, M+W Zander, Schott Solar, Siemens y la argelina Cevital, según se explica en un comunicado, lo que significa que el proyecto Desertec comienza a perfilarse como una alternativa consistente para el futuro energético de Europa y del Norte de África.

Conforme al documento suscrito en Munich tras una conferencia en la que participaron representantes de la Liga Árabe, el Ministerio de Energía de Egipto, el Club de Roma y organizaciones no gubernamentales, la iniciativa DII se transformará en sociedad anónima en octubre 2009. Las empresas se han dado un plazo de tres años para desarrollar las condiciones necesarias para ejecutar el proyecto y elaborar un plan industrial y financiero.

Según estudios realizados por el centro aeroespacial alemán, cubrir el 15 por ciento de las necesidades energéticas de Europa mediante la construcción de plantas solares termoeléctricas en el Norte de África y Oriente Próximo costaría hasta 2050 unos 400.000 millones de euros. Eso supondría la instalación de plantas solares capaces de producir 100 gigavatios hasta 2050.

Estudios previos

Los estudios previos han examinado los recursos disponibles de energías renovables, la demanda de electricidad y agua en la región EU-MENA hasta el año 2050 y la construcción de una conexión eléctrica entre la UE y MENA (EU-MENA-Connection). Europa, Oriente Medio y África del Norte forman la así denominada región ‘EUMENA’ o ‘EU-MENA’ en ingles.

Estos estudios fueron encargados por el Ministerio de Medio Ambiente, Naturaleza y Seguridad Nuclear de Alemania Federal (BMU) y supervisados por el Centro Aeroespacial Alemán (DLR). Se realizaron entre el año 2004 y 2006 y fueron denominados ‘MED-CSP’ y ‘TRANS-CSP’. Otro estudio ‘AQUACSP’ sobre la demanda, el potencial y las consecuencias de la desalinización de agua en la región MENA, fue terminado a finales de 2007.

Los estudios del DLR, basados en datos de satélite, mostraron que centrales termosolares, utilizando menos del 0,3% de la superficie de los desiertos de la región MENA, podrían producir suficiente electricidad y agua desalinizada, tanto para los países de dicha región como para Europa. La producción de energía eólica es más prometedora en Marruecos y en la región del Mar Rojo. Egipto, Argelia, Jordania, Libia, Marruecos y Túnez ya han expresado su interés en esa cooperación.

Megaproyecto solar en los desiertos

El plan prevé la construcción en el desierto del Sahara una serie de plantas solares termoelécricas capaces de cubrir el 15 por ciento de las necesidades eléctricas de Europa y dos tercios de las del norte de África y Oriente Medio.

El plan Desertec, nacido como Fundación al amparo del Club Roma, un grupo de países interesados en el proyecto y empresas del sector energético, también prevé la construcción de una red descentralizada de plantas eólicas y desalinizadoras.

Serían en total una treintena las instalaciones repartidas por las zonas desérticas del Norte de África y del Próximo Oriente, desde las costas de Marruecos hasta la península arábiga, con la participación asimismo de España, la isla italiana de Sicilia y de Grecia. En total, la extensión de estas instalaciones cubriría miles de kilómetros cuadrados. Sorprendentemente, las Islas Canarias no forman parte de este proyecto, a pesar de su vecindad con las futuras instalaciones de Desertec, de su experiencia en energías renovables y de las horas de sol de las que disfruta.

Energía solar térmica

La tecnología para esta innovador proyecto será la termosolar. Tal como se explica en la documentación del proyecto elaborada por Gerhard Knies (en el video), las centrales termoeléctricas (‘CSP plants’ en ingles) utilizan espejos para concentrar la energía solar, que es absorbida por los fluidos que discurren por los tubos absorbentes para, posteriormente, generar el vapor que propulsa las turbinas que obtienen la electricidad. La energía eléctrica producida por este sistema será distribuida por Corriente Continua de Alto Voltaje entre los países de la región MENA y exportada parcialmente a Europa con pérdidas de transmisión de solamente 10-15%.

Sólo una parte de la electricidad producida por este sistema será dirigida a Europa, ya que el proyecto Desertec pretende asimismo dar respuesta a las necesidades presentes y futuras de los países del sur, que experimentarán una demanda de energía del 70% en los próximos 20 años, sin que el petróleo esté en condiciones de satisfacerla completamente.

La energía térmica recogida en el campo solar durante el día puede además almacenarse (por ejemplo en tanques de sales fundidas) para generar electricidad por la noche o para aportar energía adicional cuando hubiese puntas de consumo. En caso de un largo período sin sol, con diseños de plantas híbridas se puede garantizar el abastecimiento eléctrico con las mismas turbinas, utilizando petróleo, gas o biomasa para generar el vapor, sin tener que duplicar la inversión en nuevas turbinas o alternadores. Otros subproductos, de gran interés para la población de esta región, serían la desalinización de agua y la producción de frío con el calor de desecho.

Proyecto en marcha

La construcción de centrales termosolares ha comenzado ya (Andasol 1 y otras 12 centrales más, incluyendo la PS10, en España y Nevada Solar One en USA). Hay proyectos en Egipto, Argelia y Marruecos y otros en Jordania y Libia que ya están planificados. Marruecos está implementando una ley de primas en las tarifas para la generación de electricidad con energías renovables, para potenciar especialmente la energía eólica.

En la UE hay se está debatiendo sobre una súper red de Corriente Continua de Alto Voltaje para Europa (Euro-Supergrid) mientras se concretan los planes para centrales eólicas ‘offshore’ en el Norte de Europa. La Unión para el Mediterráneo quiere implementar un plan solar del Mediterráneo que podría ser el marco adecuado para hacer realidad el concepto DESERTEC en EU-MENA.

El Observatorio Mediterráneo de la Energía (OME) está de acuerdo asimismo con el proyecto, según Futura Sciences, con la condición de que, además de la energía solar térmica, Desertec incluya otras fuentes de energías renovables como la eólica o la biomasa.

Argumentos en contra

Los detractores consideran que 50 de los 400 mil millones de euros se destinarán a cubrir los costos de transporte de la electricidad, además de señalar la complejidad técnica del proyecto y sus dificultades políticas. Asimismo, consideran que el proyecto da la espalda a una de las virtudes de las energías renovables, que es su descentralización, para impulsar la conservación de los monopolios sobre la producción de electricidad. Como consecuencia de todo ello, la tarifa eléctrica será más cara.

Los defensores consideran que las tecnologías están maduras para un proyecto de estas dimensiones y que, respecto a las reticencias políticas, Desertec tiene suficiente entidad para conseguir una colaboración internacional fructífera entre diferentes países. ¿Las tarifas? Aunque puedan resultar caras al principio, terminarán regulándose por efecto de la competencia.

Tal como se explica en la citada documentación, Desertec se ha concebido para poner los desiertos junto con la tecnología existente, al servicio de la seguridad energética, el agua y el clima del planeta. En este sentido propone una cooperación entre Europa, Oriente Medio y África del Norte para la producción de electricidad y agua desalinizada mediante centrales termosolares y sistemas de concentración, junto a parques eólicos, en los desiertos de la región MENA. Desde un punto e vista político, la implementación del concepto DESERTEC en países como Australia, China, India y los EE.UU. sería significantemente más sencillo.