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Las telecomunicaciones ya representan el 2% del PIB de la Unión Europea

El sector de las telecomunicaciones supone alrededor de 300 mil millones de euros (el 2 % del PIB de la UE), habiendo registrado un crecimiento del 1,9 % el pasado año. 2007 fue también el quinto año consecutivo en que aumentaron las inversiones en el sector, superándose la cifra de 50 000 millones de euros (semejante a la registrada en los EE.UU. y superior a la de China y Japón considerados conjuntamente).

El Informe ofrece una instantánea de la situación del mercado único europeo de las telecomunicaciones al mes de diciembre de 2007, sobre la base de los datos facilitados por las autoridades de reglamentación y los operadores del mercado.

Por otro lado, destaca la potencia mundial que la UE supone en lo que respecta a la implantación de la banda Ancha. Así, Dinamarca, Finlandia, Países Bajos y Suecia son líderes mundiales por lo que respecta a la implantación de la banda ancha, con tasas de penetración superiores al 30 %. Estos países, junto con el Reino Unido, Bélgica, Luxemburgo y Francia, contaban, en julio de 2007, con tasas de penetración de la banda ancha superiores a la de los Estados Unidos (22,1 %).

El año pasado, se registró en la UE un aumento de 19 millones de líneas de banda ancha, 50 000 hogares cada día. El sector de la banda ancha generó unos ingresos estimados de 62 000 millones de euros y la tasa global de penetración en Europa alcanzó el 20 %.

El peso de la telefonía móvil

Pese a este incremento constante de la banda ancha, las cifras muestran que el sector móvil sigue siendo el de mayor peso en el mercado de las telecomunicaciones, con un incremento de los ingresos del 3,8 %, hasta alcanzar 137 000 millones de euros.

La penetración de los móviles sigue disparada, pasando al 112 % frente al 103 % en 2006. La penetración de las tecnologías móviles de tercera generación (3G) se duplicó en 2007 hasta situarse en un 20 %, y actualmente representa más de 88 millones de abonados. Con el despegue de la 3G, los servicios móviles de datos crecieron aproximadamente un 40 %,.

Por el contrario, la telefonía fija sigue a la baja. Los ingresos procedentes de la telefonía vocal fija disminuyeron un 5 % en relación con 2006, al optar los usuarios por los servicios móviles y de IP.

Un mercado único incompleto

La Comisión ha dado pasos importantes el año pasado para conseguir un mercado único de las telecomunicaciones, sin embargo el Informe asegura que hay señales que dicen claramente que todavía quedan cosas por hacer para que este deseo sea una realidad

Así, los operadores históricos gestionan más del 46 % de las líneas de banda ancha, y en siete Estados miembros controlan más del 60% de las conexiones de banda ancha. En Chipre, Luxemburgo y Finlandia, la cuota del mercado de banda ancha del operador histórico supera el 70%. Más aún, el acceso a la telefonía fija del 86,5% de los usuarios se sigue realizando a través de la infraestructura del operador histórico, porcentaje que supera el 95% en el caso de 12 Estados miembros, bien porque no se ha modificado aún la normativa, bien porque las modificaciones no han surtido efecto todavía.

Por otro lado, la conservación del número no se aplica de manera uniforme en toda la UE. En Irlanda y Malta, por ejemplo, es posible cambiar de operador móvil en un día, en tanto que se necesitan 20 días en Italia y Eslovaquia.

Ahora bien, dichas regulaciones sí que han dado fruto en algunos aspectos. La reducción de hasta un 14 % de los precios de telefonía móvil es reflejo de la disminución de las tarifas de terminación en móvil, que un operador cobra a otro por la conexión de llamadas entre sus redes.

Los consumidores también se han beneficiado de un mayor número de ofertas agrupadas. El 13 % de los consumidores europeos está actualmente abonado a una oferta agrupada de servicios con una única factura; en el 12 % de los casos dichos servicios incluyen la televisión, en el 23 %, la telefonía vocal, en el 6 %, la telefonía móvil y en el 24 %, el acceso a Internet.

La conservación del número, esto es, la posibilidad de cambiar de operador sin que cambie el número de teléfono, es posible ahora para los usuarios de telefonía fija o móvil en cualquier lugar, a excepción de Bulgaria y Rumanía. En 2007, 12 millones de usuarios cambiaron de operador.