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Llega la televisión de un billón de colores

RGB es el acrónimo inglés de Red, Green, Blue (Rojo, verde, Azul). Simboliza un sistema de colores mediante el cual es posible representar 256 colores combinando tres valores hexadecimales (uno por el rojo, otro por el verde y un último por el azul).

De la mezcla de estos colores y de su aplicación con mayor o menor intensidad, se obtiene la gama de colores con la que vemos las películas de la televisión o los programas informáticos en la pantalla del ordenador.

RGB es el modelo de color utilizado normalmente para presentar color en los sistemas de video, cámaras, y monitores de ordenadores. En realidad, lo que hace es representar todos los colores como combinaciones de rojo, verde y azul claro.

Estos elementos básicos del color de la televisión apenas han cambiado desde que se aplicaron a la tecnología audiovisual en 1954, ya que el sistema RGB es el que prevalece todavía incluso en los más avanzados sistemas de televisión.

Tecnología multicolor

Este modelo, sin embargo, ha sido trascendido con una nueva tecnología desarrollada por una empresa israelí, que ha incorporado tres colores más a la gama básica, el amarillo, el cian (una tonalidad de azul) y el magenta, consiguiendo así reflejar en la pantalla hasta el 95% del color visible por el ojo humano, frente al 55% del espectro cromático que reflejan las pantallas actuales RGB.

El resultado de esta tecnología, a la que se denomina Multi-Primary Color (MPC), es una imagen mucho más nítida, vibrante y brillante en la pantalla del televisor.

La técnica utiliza algoritmos avanzados que modifican en tiempo real los elementos gráficos del color para traducir los datos originales de la televisión o vídeo a la fórmula MPC, reconstruyendo de esta forma una gama tridimensional de la película emitida que es inmensamente mucho más rica en colores que la versión original.

El brillo de la imagen obtenido con esta tecnología aumenta un 40% sobre el ofertado con el sistema RGB. El sistema MPC lo desarrolla la empresa israelí Genoa, junto con la multinacional holandesa Philips, que integra esta nueva tecnología en las televisiones de LCOS (Liquid Crystal on Silicon). Esta gama de aparatos Philips, debido a las características de sus pantallas líquidas, está especialmente indicada para la aplicación de esta tecnología.

El cine en casa, de verdad

Genoa tiene alrededor de 40 patentes relacionadas con esta tecnología, cuyos primeros chips salen al mercado en el último trimestre de este año. Las patentes se refieren tanto al concepto tecnológico, como a los procesos, los algoritmos y la implantación del MPC.

Tal como explica al respecto la revista Spectrum, la tecnología MPC supone traer a casa la misma riqueza de colores de la que disfrutamos en una pantalla cinematográfica.

A simple vista no se nota, pero existe una diferencia sustancial en la gama de colores que nos ofrece el cine respecto a la televisión. Esta diferencia cromática es lo que mantiene el interés social de las salas de proyección, ya que es mejor ver una película en la pantalla grande que en la televisión doméstica.

El cine, realmente, posee pigmentos que pueden crear un número prácticamente infinito de variaciones de color, mientras que la televisión combina cantidades discretas de colores rojo, verde y azul para crear una gama cromática limitada.

Hasta un billón de colores

Esta es la situación que la tecnología MPC promete cambiar, ya que la única posibilidad de que la televisión pueda competir con el cine radica en que produzca muchos más colores.

Genoa ha desarrollado el software y el hardware que lo consigue, añadiendo tres tonalidades más a los colores básicos de la televisión, lo que eleva hasta un billón la gama posible de colores, frente a los 16,7 millones de colores que permite el sistema RGB.

El chip que contiene el secreto de esta transformación tecnológica se acopla al circuito de proyección de la imagen del televisor y consigue una combinación de colores mucho más intensa mediante la aplicación del sistema multi color.

Philips espera comercializar estos televisores con tecnología MPC en 2005, ya que su aplicación sólo requiere algunos filtros adicionales y unos componentes ópticos para crear los nuevos colores básicos, por lo que no se cree que el precio de estos aparatos sea muy elevado.

Salto cuántico

Algunos expertos han expresado sus reservas respecto a la potencial capacidad de esta tecnología de reconstruir imágenes que están originalmente en formato RGB en el sistema MPC en tiempo real, ya que la velocidad de proceso de los colores es posible que no se corresponda exactamente con la realidad.

Otra reserva se refiere particularmente a las películas, ya que el MPC transformará originales ya digitalizados (DVD), lo que supone que estas películas han perdido parte de su riqueza cromática original (celuloide), por lo que la recomposición de la imagen con un billón de colores no alcanzará realmente la calidad ni la riqueza de la gran pantalla.

En cualquier caso, lo único cierto de momento es que la tecnología MPC incorpora al cine doméstico una calidad de imágenes sin precedentes en la historia del audiovisual que supone lo que Philips ha denominado un salto cuántico en la experiencia de ver televisión, tanto por la ampliación del espectro cromático perceptible como por el brillo que consiguen las imágenes construidas en este formato.