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Los biocombustibles europeos contaminan tanto como la gasolina

Los biocombustibles generan una mayor cantidad de emisiones de carbono de lo que se creía, revelan los resultados de un estudio desarrollado en la Universidad de Leicester. La investigación equipara los promedios de emisiones contaminantes de la gasolina con los registrados por los biocombustibles en el escenario europeo, además de remarcar los inconvenientes provocados por el uso de esta alternativa energética en el terreno de los cultivos alimenticios y sobre zonas de trascendencia ambiental.

El estudio sobre las emisiones de gases de efecto invernadero se centra en el biocombustible producido a partir de las plantaciones de palma aceitera. En ese marco, se ha calculado un aumento de más del 50% en los niveles de emisiones de CO2, con respecto a los valores estimados previamente. Por otro lado, el trabajo advierte sobre los efectos negativos de los biocombustibles en lo que a la producción de cultivos alimenticios se refiere.

El estudio de la Universidad de Leicester se llevó a cabo con la colaboración del International Council on Clean Transportation, una organización internacional que busca evaluar las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la producción de biodiésel.

La necesidad de biodiésel en Europa puede aumentar en gran medida la demanda de aceite de palma. En ese sentido, el European Biodiesel Board informó recientemente sobre grandes aumentos en el biodiésel importado desde Indonesia. Cabe recordar que el aceite de palma es la fuente más importante de aceite vegetal a nivel mundial y que, por lo tanto, cumple una importante función a nivel alimenticio que podría verse perjudica por el uso del aceite de palma en el sector de la energía.

Emisiones contaminantes en ascenso

Los ingenieros e investigadores de la Universidad de Leicester han realizado una minuciosa evaluación de los métodos científicos utilizados para obtener las estimaciones de emisiones de dióxido de carbono en anteriores estudios. De esta forma, descubrieron que muchas investigaciones previas se basaban en datos limitados, sin un adecuado reconocimiento de las incertidumbres, y que estos estudios se han utilizado para formular las políticas actuales en torno a los biocombustibles.

El equipo de Leicester estableció que la escala de las emisiones de gases de efecto invernadero a partir de plantaciones de palma aceitera es significativamente mayor de lo previsto. Las conclusiones arrojan un valor de 86 toneladas de dióxido de carbono (CO2) por hectárea cada año, mientras que las estimaciones previas se ubicaban en alrededor de 50 toneladas de dióxido de carbono por hectárea/año.

Estos números corresponden a estimaciones a 50 años, pero las emisiones de CO2 aumentan aún en mayor medida si consideramos la incidencia de la producción de aceite de palma en una escala a 20 años. En ese caso, la tasa de emisiones contaminantes alcanza las 106 toneladas de dióxido de carbono (CO2) por hectárea cada año.

Los hallazgos de esta investigación han sido difundidos a través de una nota de prensa de la Universidad de Leicester, y además se desarrollaron en un artículo publicado por el International Council on Clean Transportation (ICCT). El enfoque del estudio gira en torno a las plantaciones de aceite de palma en el sudeste asiático, empleadas para la producción de biocombustibles en Europa.

Biocombustibles e impacto ambiental negativo

Según Ross Morrison, uno de los especialistas de la Universidad de Leicester que formó parte del equipo de trabajo, esta investigación demuestra que las estimaciones de las emisiones contaminantes con relación a estos cultivos y su uso energético se han elaborado a partir de un número muy limitado de investigaciones científicas previas, la mayoría de las cuales han subestimado la magnitud real de las emisiones derivadas de los cultivos de palma aceitera.

Estos resultados muestran que los biocombustibles producidos de esta forma causan una expansión significativa de las emisiones contaminantes, en una tendencia similar a los combustibles derivados del petróleo. En consecuencia, cuando se producen de esta manera, los biocombustibles no representan una fuente de energía sostenible.

Principalmente, las turberas tropicales y otras zonas de gran trascendencia para el equilibrio ambiental del planeta se ven afectadas en el sudeste asiático y otras regiones por el avance indiscriminado de las plantaciones de palma de aceite. Se estima que un área total de dos millones y medio de hectáreas estarán destinadas a este cultivo solamente en Indonesia para el año 2020, un sector equivalente en tamaño a la superficie del Reino Unido.

El crecimiento de la producción de aceite de palma ha sido un componente clave en el circuito que ha buscado satisfacer la creciente demanda mundial de biodiésel en las últimas décadas.

Pero los hallazgos de esta investigación serán utilizados ahora por organizaciones como la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, la Comisión Europea y la California Air Resources Board, con el propósito de determinar el impacto real de los biocombustibles sobre zonas de importancia ambiental, así como para fijar políticas que busquen una producción sostenible en este campo.