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Más de 460 especies de aves han desaparecido por la caza humana en los últimos 50.000 años

Un nuevo estudio de la Universidad de Tel Aviv y del Instituto Weizmann descubrió que, entre los últimos 20.000 y 50.000 años, las aves han sufrido un gran evento de extinción infligido principalmente por seres humanos, según se informa en un comunicado.

Ese evento de extinción, ocurrido en la última fase del Pleistoceno, provocó la desaparición de entre el 10% y 20% de todas las especies de aves, según los investigadores. La gran mayoría de las especies extintas compartían varias características: eran grandes, vivían en islas y muchas de ellas no volaban.

El estudio, dirigido por Shai Meiri y Amir Fromm, y publicado en el Journal of Biogeography, realizó una revisión exhaustiva de la literatura científica y, por primera vez, recopiló datos cuantitativos sobre el número y las características de las especies de aves extintas en todo el mundo.

Las que se extinguieron en los últimos 300 años son relativamente bien conocidas, mientras que las especies anteriores son conocidas por la ciencia a partir de restos encontrados en sitios arqueológicos y paleontológicos de todo el mundo.

En total, el estudio enumeró 469 especies de aves que se extinguieron en los últimos 50.000 años, si bien los investigadores creen el número real de especies de aves desaparecidas es mucho mayor.

Humanos cazadores

Los investigadores piensan que la gran extinción fue causada principalmente por los humanos que cazaban aves para alimentarse, o también por animales traídos a las islas por humanos, que a su vez se alimentaban de aves o huevos.

Este supuesto se basa principalmente en dos hechos, explican los investigadores: primero, la mayor parte de los restos de aves se encontraron en sitios habitados por humanos, aparentemente pertenecientes a especies consumidas por sus moradores.

En segundo lugar, en la mayoría de los casos, las extinciones se produjeron poco tiempo después de la llegada de los humanos a los sitios donde habitaban esas especies.

Los investigadores también descubrieron que la extinción no fue aleatoria, ya que la mayoría de las especies extintas compartían  características destacadas.

En torno a los humanos

Aproximadamente, el 90% de las especies extintas en ese periodo vivían en islas. Cuando los humanos llegaron a esas islas, los pájaros fueron cazados por ellos o fueron víctimas de otros animales introducidos por humanos, como cerdos, ratas, monos y gatos.

Además, la mayoría de las especies de aves extintas eran grandes, incluso algunas muy grandes. En consecuencia, dado que cada ave proporcionaba a los humanos una gran cantidad de alimento, eran objetivo preferido por los cazadores.

De hecho, se descubrió que la masa corporal de las especies extintas era hasta 10 veces mayor que la de las especies supervivientes.

Estudios anteriores habían encontrado un fenómeno similar entre mamíferos y reptiles, especialmente lagartos y tortugas que vivían en islas: los más grandes fueron cazados por humanos y se extinguieron.

Por último, una gran parte de las especies de aves extintas no volaban y, a menudo, no podían escapar de sus perseguidores.

El estudio comprobó que el número de especies de aves no voladoras que se extinguieron es el doble del número de especies no voladoras que aún existen en la actualidad: en total, el 68% de las especies de aves no voladoras conocidas por la ciencia se extinguieron.

Uno de los ejemplos más conocidos es el pájaro moa en Nueva Zelanda: 11 especies de moa se extinguieron en 300 años, debido a la caza por parte de los humanos, destaca el estudio.

Menos diversidad

Según los investigadores, este estudio demuestra que, antes del mayor evento de extinción de los últimos milenios, vivían en nuestro planeta muchas más aves grandes, incluso gigantes y no voladoras, y que la diversidad de aves que vivían en islas era mucho mayor que en la actualidad.

Los investigadores esperan que sus hallazgos sirvan como señales de alerta sobre las especies de aves que actualmente se encuentran también en peligro de extinción, señalando que es importante comprobar si tienen características similares a las ya desaparecidas.

Aclaran no obstante que las condiciones han cambiado respecto al periodo analizado y que, en la actualidad, la principal causa de la extinción de especies por parte de los humanos no es la caza, sino la destrucción de hábitats naturales.

El Pleistoceno corresponde con la etapa del Paleolítico del desarrollo humano, cuando el modo de vida era cazador-recolector: les permitía conseguir comida, ropa, leña y materiales para sus herramientas y cabañas.

Estudios previos han considerado que la expansión de las poblaciones humanas ocurrida entonces ejerció una presión especial sobre los grandes mamíferos, que fueron exterminados por la caza excesiva. El nuevo estudio cuantifica el impacto de esta expansión sobre las especies de aves.

Referencia

Big, flightless, insular and dead: Characterising the extinct birds of the Quaternary. Amir Fromm, Shai Meiri. Journal of Biogeography, 03 July 2021. DOI:https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/jbi.14206

Imagen superior: Especies de aves en el Jardín Zoológico. CRÉDITO: Universidad de Tel Aviv.