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Nepal se muere de sed

Nepal, un pequeño país en extensión situado en el corazón del macizo del Himalaya, concentra tras Brasil las mayores reservas hídricas del planeta.

Se estima que en torno a 8,5 millones de metros cúbicos de agua fluyen cada año desde el Himalaya hacia las llanuras y subcontienente indio tras el deshielo, que se produce en los cerca de 3.000 glaciares y lagos que alberga el país.

Estos recursos hídricos son suficientes para abastecer a los más de mil millones de personas que viven en India y Pakistán. Sin embargo, cerca de un 20 % de la población nepalí no tiene acceso a fuentes de agua potable.

Según el Departamento de Abastecimiento de Agua y Alcantarillado de Nepal, el 42% de sus habitantes vive por debajo del umbral de la pobreza y más de 4,5 millones de personas no tienen acceso regular a agua potable en condiciones seguras.

Así, mientras que los moradores de las regiones montañosas se ven obligados a realizar recorridos de horas para poder acceder a pozos potables, en las llanuras, las personas dependen en gran medida del agua subterránea que ha sido contaminada por el uso generalizado de productos químicos en la agricultura.

La mayoría de los cauces fluviales que rodean a los centros urbanos presentan unos niveles tan altos de contaminación que impiden su consumo.Sólo en la capital, Katmandú, se producen al día alrededor de 150 toneladas de residuos que son vertidos de manera indiscriminada (sin depurar) a los ríos.

El Water Festival promoverá el consumo sostenible del agua

Esta falta de acceso a fuentes potables se traducen en la expansión de enfermedades como la diarrea y el cólera, cuyas patologías se deben básicamente a un saneamiento deficiente y falta de infraestructuras que garanticen su potablilidad.

Con el objetivo de promover un consumo sostenible del agua, el Gobierno ha organizado el Water Festival.

Durante tres días, del cinco al ocho de mayo, el festival pretende un doble objetivo: concienciar a la población de la importancia de no contaminar las reservas al tiempo que pone a su disposición las técnicas que se pueden aplicar a todos los niveles -del ciudadano a los responsables de la administración- para la conservación del agua.

La escasez de agua apta para el consumo ha propiciado a agudizar el ingenio de las comunidades locales para buscar soluciones a este problema.

Una de las más llamativas consiste en recolectar agua de la niebla colocando unas redes donde el agua queda ‘atrapada’, aunque el coste económico que tiene la aplicación de estas mallas la ha convertido en inviable.