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Un dispositivo reduce las emisiones de los coches convencionales un 30%

Ingenieros japoneses de la empresa Hrein Energy han desarrollado un dispositivo capaz de extraer hidrógeno a partir de hidruro orgánico líquido. Este dispositivo, instalado en un coche convencional es capaz de reducir hasta un 30% las emisiones de C02 a la atmósfera, según sus creadores.

Nos ha costado décadas captar el mensaje, pero finalmente hemos dejado de dar la espalda a la automoción verde. Una prueba de ello es que la demanda de coches híbridos es cada vez mayor, sobre todo debido a que el precio del petróleo se mantiene en niveles muy altos.

Japón tampoco se libra de esta tendencia. Este mercado ha sido golpeado duramente por los precios del crudo. La industria japonesa ya está buscando soluciones, y sus esperanzas se centran sobre todo en el coche eléctrico.

El coche eléctrico es verde, no cabe duda, pero no es menos cierto que su desarrollo ha tenido un alto coste para el medio ambiente. Por otro lado, ¿qué hacer con los coches contaminantes que circulan actualmente por las carreteras de todo el mundo?

Precisamente una empresa japonesa ha desarrollado una nueva tecnología que parece dar respuesta a algunas de estas preguntas. Su propuesta es modernizar nuestros coches instalando unos pequeños generadores de hidrógeno que reducen los gases que salen por el tubo de escape, complementando sin embargo la combustión del motor.

Combustión más limpia

“Añadiendo un 3% de hidrógeno al aire que entra en el motor, se consigue una combustión más limpia”, comenta Makoto Okuda, que es director de Hrein Energy, en declaraciones a The Guardian. Esta empresa se dedica a desarrollar sistemas para hacer y almacenar hidrógeno.

Los responsables de esta tecnología aseguran que han sido capaces de mejorar la eficiencia del motor un 30%, reduciendo a su vez las emisiones de CO2 a la atmósfera un 30%.

Dicho nivel de emisiones es tan reducido que un coche que incorporara este sistema cumpliría el nivel de emisiones establecido por la UE en 2012 (120 gramos de CO2 por kilómetro recorrido).

Hrein ya está trabajando con fabricantes japoneses para ponerlo a disposición de los compradores en un plazo de tres años. En concreto, las primeras pruebas han sido con un Nissan Micra modificado.

La capacidad de generación de hidrógeno del dispositivo instalado en esas pruebas ha sido de tres metros cúbicos a la hora, una cantidad todavía escasa para abastecer a un coche normal y corriente.

Reutilización del calor

Lo mejor de este sistema, según sus Hrein, es que utiliza un 40% del calor sobrante generado por el propio motor del coche para convertir hidruro líquido orgánico (compuestos binarios formados por átomos de hidrógeno y de otro elemento) en gaseoso. Una vez convertido en gaseoso, el hidrógeno se añade al aire que entra en el motor, dando como resultado una reducción de emisiones.

El problema que plantea el hidrógeno es la dificultad que hay para transportarlo y distribuirlo. Los científicos están de acuerdo en que es mucho más práctico transportarlo en estado líquido. Si la propuesta de esta empresa japonesa prospera, la idea sería llenar esos pequeños generadores de hidrógeno líquido en las estaciones de servicio.

“El hidruro orgánico es un modo muy eficiente de almacenar hidrógeno”, comenta Masaru Ichikawa, de la Universidad de Hokkaido, que ha colaborado en este desarrollo. “El producto final puede ser transportado como la gasolina mediante camiones y depositado en las estaciones de servicio”.

El hidruro orgánico es líquido a temperatura ambiente, haciéndolo muy fácil de transportar. Asimismo, la cantidad de hidrógeno por masa y volumen que se puede almacenar cuando está en este estado es mayor que cuando es, por ejemplo, almacenado a gran presión.

Hrein Energy produce todo su hidrógeno usando energía eólica. Sin embargo, aunque Japón es la “patria” de los coches híbridos y atesora más vehículos “plug-in” que ningún otro país del mundo, no es una potencia en energías renovables. Por eso, existen dudas de que, hipotéticamente, se pudiera dar respuesta a la demanda de hidrógeno necesaria para abastecer las estaciones de servicio sólo produciéndolo con energía eólica.