Tendencias21

Un enjambre de helicópteros ayudará a los equipos de rescate en caso de catástrofe

Ingenieros del Fraunhofer Institute for Information and Data Processing (IITB), en Alemania, han creado un software para manejar de manera simultánea un grupo de helicópteros, que operarían y se comunicarían entre sí de manera individual.

Uno de los problemas cuando ocurre un terremoto o cualquier otra catástrofe natural es localizar a los supervivientes. Por ejemplo, es necesario saber dónde la gente está atrapada o qué edificios están en serio peligro de derrumbarse. Un helicóptero no tripulado puede ser una herramienta de mucha ayuda para el reconocimiento de las zonas afectadas en tales casos.

Esta es la propuesta de un grupo de científicos e ingenieros del IITB, que han ideado un minihelicóptero para apoyar a los equipos de emergencia en lugares azotados por desastres naturales.

El “quadrocopter” tiene un metro de diámetro y, gracias a su maniobrabilidad, puede acercarse sin problemas a los edificios en ruinas. Esta propuesta no es nueva. La novedad es que sus creadores quieren formar un auténtico enjambre de helicópteros para amplificar su ayuda a los equipos de rescate.

Sobre el papel, esta idea requiere de un importante despliegue de personas, ya que los helicópteros no se pueden comunicar entre sí, por lo que cada uno de los helicópteros tendría que ser manejado de manera individual.

Software, director de operaciones

Para que esta operativa funcione, para que una sola persona pueda manejar varios helicópteros sin problemas, los ingenieros han ideado un software capaz de actuar como un director de operaciones.
“Nuestro programa permite al quadrocopter coordinar sus actividades por sí solo”, comenta Axel Bürkle, director de este proyecto, en un comunicado. “Uno puede volar cerca de las víctimas para conocer su estado, mientras que otro localiza cuál sería la mejor ruta para su evacuación”, asegura.

El programa consiste en módulos individuales que pueden ser programados con un repertorio de tareas o funciones. Cada uno de estos módulos es asignado a un quadrocopter. Además, estas pequeñas máquinas voladoras están equipadas con varios sensores, como cámaras de vídeo, cámaras infrarrojas, un sistema de medición láser y un dispositivo capaz de identificar sustancias peligrosas.

Todos los datos recogidos por estos sensores se mandan a la base central en tierra, donde el software evalúa la información y manda instrucciones a los helicópteros para que actúen en función de esa información.

Ventajas

La gran ventaja de este sistema es que el software permite crear una red de helicópteros en la que todos sus componentes pueden intercambiar información de manera independiente. Esto significa que el software es capaz de armonizar sus comandos a los quadrocopters.

Otra de las características de la propuesta de los ingenieros del IITB es que estos dispositivos aprenden. Esto quiere decir que están en disposición de aprender de las situaciones y aplicar más rápidamente ese aprendizaje a situaciones parecidas.

Los ingenieros de desarrollo están ya examinando el uso del sistema en simulaciones en varios escenarios. El primer enjambre de quadrocopters podría estar preparado en aproximadamente un año.

Este desarrollo es parecido a otro presentado por la Universidad de Standford y del que Tendencias 21 informaba hace unos meses. Se trataba de un sistema de inteligencia artificial que permitía a un helicóptero robotizado aprender a hacer maniobras complicadas “mirando” cómo maniobran otros helicópteros manejados por radio control.

En tierra, el sistema analizaba los datos (posición, dirección, velocidad…) recogidos de los instrumentos que incorporaba el aparato y después le transmitía nuevas direcciones de vuelo. Según explicaron sus creadores, el nuevo algoritmo pone en una nueva dimensión a este tipo de aparatos. Así, podrían utilizarse, entre otras cosas, para buscar minas antipersona o para hacer mapas de incendios forestales en tiempo real.