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Un novedoso sistema lumínico acaba con las bacterias hospitalarias más resistentes

Científicos de la Universidad Strathclyde de Glasgow, en Escocia, han desarrollado un pionero sistema lumínico capaz de acabar con las bacterias hospitalarias más resistentes, como el Staphylococcus aureus resistente a meticilina (SARM) o la Clostridium difficile.

Según publica dicha Universidad en un comunicado, el sistema descontamina el aire y las superficies expuestas a bacterias, bañándolas con un espectro de luz visible conocido como luz-HINS (de High Intensity Narrow Spectrum Light), que acaba con los patógenos.

La novedosa tecnología descontaminante fue descubierta y desarrollada por un equipo multidisciplinar de expertos: el ingeniero en electrónica, Scott MacGregor, los microbiólogos John Anderson y Michelle Maclean y el físico especializado en óptica, Gerry Woolsey.

Mejor que desinfectar

En pruebas realizadas en el hospital Glasgow Royal Infirmary se ha demostrado ya que este sistema, bautizado como “HINS-ligth Environmental Decontamination”, proporciona una reducción en la presencia de patógenos significativamente mayor que la que se consigue sólo limpiando y desinfectando.

En algunos casos, el sistema logró eliminar hasta el 91% de los patógenos presentes en el lugar desinfectado con la luz-HINS, publican los investigadores en otro artículo.

Otra ventaja de esta tecnología es que no daña al ser humano. Según Anderson: “la luz-HINS mata agentes patógenos pero es inofensiva para los pacientes y el personal hospitalario, lo que significa que, por vez primera, los hospitales podrán desinfectar de manera continua sus pabellones y habitaciones de aislamiento”.

El avance, por tanto, podría servir en un futuro para evitar la frecuente expansión y proliferación de bacterias en los centros sanitarios y, en consecuencia, para reducir la posibilidad de enfermar durante los ingresos, por culpa de dichas bacterias.

Cómo funciona

El sistema “HINS-ligth Environmental Decontamination” funciona usando un espectro de longitudes de onda en el rango de la luz visible que, al ser absorbido por las bacterias, excita las moléculas intracelulares presentes en éstas.

Esta excitación, a su vez, induce la producción de especies reactivas de oxígeno (iones de oxígeno, radicales libres y peróxidos tanto inorgánicos como orgánicos) que resultan letales para los agentes patógenos más resistentes, como la oportunista bacteria Pseudomonas aeruginosa, la Salmonella o la bacteria anaeróbica Clostridium perfringens, entre muchas otras.

El “HINS-ligth Environmental Decontamination” desarrollado emite una luz-HINS de tonalidad violeta pero, combinando tecnologías LED (de diodos emisores de luz), el equipo de investigadores ha conseguido que pueda también emitir una cálida luz blanca.

Esta tonalidad lumínica permitirá que el sistema pueda utilizarse junto a la red de iluminación corriente de los hospitales.

La luz llega a todas partes

Scott MacGregor afirma que “se necesitan urgentemente nuevos métodos de desinfección y esterilización dentro de los entornos clínicos, dado que los métodos tradicionales presentan limitaciones significativas”.

Según el investigador, los métodos de descontaminación con gases esterilizantes o con radiación ultravioleta pueden resultar peligrosos para el personal hospitalario y para los pacientes.

Por otra parte, la limpieza, la desinfección y el lavado de manos, aunque son procedimientos rutinarios esenciales, presentan una efectividad limitada, así como problemas de cumplimiento riguroso.

La luz-HINS, por el contrario, es un método seguro que puede automatizarse fácilmente, para que proporcione un estado de desinfección continua.

Asimismo, la penetrante naturaleza de la luz permite que la desinfección lumínica llegue a cualquier rincón del aire y a todas las superficies visibles, independientemente de su accesibilidad, explica el científico.