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Una aplicación indica la mejor manera de comunicarse online con cada persona

La diferencia entre un mal y un buen comunicador reside en la empatía, en la capacidad de ponerse en el lugar del otro. Y es que cada persona tiene una personalidad única y, por tanto, diferente estilo de comunicación, por lo que el trato que para uno puede resultar formal, para otro se puede quedar corto.

Eso es precisamente lo que trata de nivelar Crystal, una aplicación que permite crear perfiles de personalidad únicos para cada persona con presencia online, adaptándose en la forma de hablar o escribir al estilo de comunicación natural de esa persona. Se trata de una start-up creada el año pasado en Tennessee, Estados Unidos, para mejorar la comunicación online, especialmente en el trabajo.

Su fundador, Drew D’Agostino, asegura en un artículo publicado en la revista digital NewScientist, que se trata de la “mayor mejora al correo electrónico desde el corrector ortográfico». Para ello ha creado una nueva tecnología construida sobre un antiguo principio: comunicarse con empatía.

Su primer producto es una herramienta de Gmail que facilita el envío de correos electrónicos más eficaces, mensajes bien elaborados y adaptados a la personalidad del receptor. El usuario sólo debe indicar con quién quiere contactar, y a partir de ahí el sistema recurre a la identidad digital de esa persona, es decir, a lo que se ha publicado sobre ella en redes sociales o aparece en motores de búsqueda.

A continuación, elabora una lista de recomendaciones en base a la teoría de los Cinco Grandes, dimensiones consideradas fundamentales por los expertos en Psicología como rasgos que conforman la personalidad global de un individuo: Apertura a la experiencia, Responsabilidad, Extraversión, Amabilidad y Estabilidad emocional.

Teniendo en cuenta esos rasgos elige el estilo más adecuado para conseguir la mejor respuesta al correo electrónico. Así, mientras para enviar un correo al jefe propone saludos formales, para la novia aconseja un poco de humor autocrítico, o introducir emoticonos para aquellos más allegados.

Fortalecer relaciones laborales

El procedimiento es sencillo, cuando el usuario de la herramienta necesite enviar un correo electrónico, le dirá las palabras, frases, el estilo y el tono que debe utilizar para llegar al destinatario de la manera que a él le gusta comunicarse, en lugar de con su estilo propio. Incluso hace correcciones a medida que escribe, traduciendo al estilo del destinatario. De esta forma, como anuncian en su web, quieren acabar con la falta de comunicación por correo electrónico, especialmente en el ámbito laboral.

D’Agostino cree que su algoritmo puede ayudar a la gente, especialmente a los compañeros de trabajo, a fortalecer sus relaciones personales. «A todos nos genera cierta ansiedad cómo enviar un correo electrónico», asegura. Frente a eso propone una herramienta que “no ayuda a actuar como un robot y enviar mensajes mediante programación, sino que ayuda a entender cómo escribe la gente», matiza.

El usuario tiene acceso ilimitado y de forma gratuita a millones de perfiles de personalidad. La versión Premium ofrece además sugerencias en tiempo real de correo electrónico y correcciones, así como plantillas de ejemplo entre otros beneficios.

Paralelamente cuenta con la opción de multipregunta sobre una persona específica, para saber cómo puede reaccionar ante casos concretos. Así, por ejemplo, tras un conflicto en el trabajo, el software puede preguntar cómo reaccionó la persona en cuestión, utilizando la respuesta para modificar el perfil general de ese individuo.

Aplicaciones como Crystal tocan uno de los problemas ligado a la modernidad: la gran cantidad de mensajes recibidos al día. Un informe del Instituto Global McKinsey estima que algunos trabajadores emplean hasta el 28 por ciento de su jornada ordenando correos. Investigaciones de este tipo sugieren la necesidad de contener esa avalancha, tal vez con filtros más certeros sobre cuáles son los mensajes que realmente interesan.

Aplicaciones similares

En ello trabajan empresas como la sueca Teller, centrada en un navegador de correo electrónico que hace un seguimiento de la conducta de los usuarios, teniendo en cuenta aquellos mensajes en los que se detiene y aquellos que ignora, decidiendo así cuáles derivar a la parte superior de la bandeja de entrada.

Existen otras herramientas que pueden parecer similares a Crystal, aunque mucho más superficiales. Es el caso de la extensión de email Emotional Labor (Trabajo Emocional), creado en Nueva York por la escritora Joanne McNeil para embellecer los correos con signos de exclamación, caras sonrientes y palabras cariñosas. Para hombres despistados existe BroApp, un programa que envía automáticamente mensajes repetitivos para novias del tipo «¿Qué tal el día?” o “Te echo de menos”.

Sin embargo, también hay empresas que tratan de aprovechar esa sobrecarga de información que existe en Internet en beneficio de las relaciones sociales. Es el caso de Charlie, un asistente de inteligencia artificial creado en Chicago que permitirá al usuario estar al día sobre nuevos conocidos u obtener un informe detallado sobre las personas que asistirán a su próxima reunión o evento.

El objetivo es mejorar la primera impresión que se tiene de una persona, según explica el co-fundador, Aaron Frazin. Así, si el informe menciona que un nuevo cliente es aficionado al béisbol, habrá que encontrar la manera de hablar casualmente de este deporte durante la reunión. «La tecnología está haciendo la comunicación más rápida. Eso significa que tenemos que adaptar y asegurar el principio de la conversación para que sea lo más efectiva», subraya Franzin.

Al igual que Crystal, Charlie también acude a las redes sociales para elaborar la lista de intereses personales, aunque en ocasiones la identidad que se crea en Facebook o Twitter no sea un reflejo de la personalidad real. Habrá que contrastar bien los datos entonces para sacar el patrón más fiel a la realidad.