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Una pequeña descarga eléctrica… y se acabaron los mareos en los viajes

El mareo es una sensación desagradable que suele presentarse cuando estamos en movimiento, como en desplazamientos o cuando giramos la cabeza en repetidas ocasiones. Se calcula que los mareos afectan a entre un 20 y un 30% de la población, en países occidentales.

Las causas de este estado son un misterio, pero los expertos creen que pueden estar relacionadas con la llegada al cerebro de señales confusas procedentes de oídos y ojos, cuando nos movemos.

Ahora, un equipo de investigadores del Imperial College de Londres ha demostrado que  una corriente eléctrica leve aplicada al cuero cabelludo puede amortiguar las respuestas de un área del cerebro encargada de procesar esas señales de movimiento. Al hacer esto, se reduciría el impacto de esas “señales confusas” que recibe el cerebro cuando estamos en movimiento y, con ello,  los mareos por esta causa.

Ayudados por el móvil

La técnica, aseguran los científicos en la página web del Imperial College, supone una intervención segura y eficaz, por lo que en un futuro no muy lejano es probable que esté disponible para cualquiera en el mercado.

El dispositivo sería parecido a las máquinas que se utilizan actualmente para aliviar los dolores de espalda, solo que con pequeños electrodos que se colocarían en el cuero cabelludo.

Los investigadores creen que el sistema incluso podría integrarse en teléfonos móviles, aparatos que bien podrían suministrar la pequeña cantidad de electricidad requerida para tal fin, a través de auriculares.

Pruebas y aplicaciones

En un estudio realizado para probar el sistema, participaron 30 voluntarios. A todos ellos se les colocó electrodos en la cabeza durante aproximadamente 10 minutos.

Se les pidió entonces que se sentaran en una silla giratoria motorizada, que también se inclina para simular los movimientos que suelen marear a la gente en barcos o montañas rusas.

Se constató así que, tras el tratamiento con electrodos, los participantes fueron menos propensos a sentir náuseas y a marearse en dicha silla que las personas de un grupo de control, y que posteriormente los primeros se recuperaron más rápidamente de sus mareos que los segundos. Además, no se detectó efecto secundario alguno.

Esta técnica podría resultar especialmente interesante para profesionales, como conductores, que se mareen y no puedan tomar medicamentos para evitarlo, porque estos producen somnolencia. 

Referencia bibliográfica:

Qadeer Arshad, Niccolo Cerchiai, Usman Goga, Yuliya Nigmatullina, R. Ed Roberts, Augusto P. Casani, John F. Golding, Michael A. Gresty, Adolfo M. Bronstein. Electro-cortical Therapy for Motion Sickness. Neurology  (2015).