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Una red de observatorios permitirá conocer en tiempo real el estado de los océanos

Ingenieros, arquitectos e informáticos estadounidenses de la Universidad de California, San Diego (UCSD), junto a otras importantes instituciones y casas de estudio, desarrollarán una innovadora ciberinfraestructura con el propósito de crear una red de observatorios oceánicos, en el marco de la Ocean Observatories Initiative (OOI).

El acuerdo de cooperación entre la National Science Foundation (NSF) y el consorcio Ocean Leadership incluye la financiación de la gigantesca red, otorgando a la Universidad de California la suma necesaria para el desarrollo y construcción de la ciberinfraestructura durante los próximos cinco años.

Según se comunicó en una gacetilla de prensa de la Universidad de California, San Diego (UCSD), la red de observación permitirá a los científicos examinar los procesos oceánicos en los planos mundial, regional y costero, gracias a la interconexión entre distintos sensores ubicados en cada uno de los puntos de la amplia red.

El proyecto es dirigido por los especialistas John Orcutt, Frank Vernon e Ingolf Krueger, y proporcionará a los científicos la primera infraestructura conocida mediante la cual se podrán desarrollar experimentos interactivos en algunos de los ambientes más extremos a nivel oceánico.

Uno de los puntos a destacar es la capacidad interactiva que tendrá la ciberinfraestructura del OOI, ya que permitirá unir y vincular los distintos puntos de la red prácticamente en tiempo real, pudiendo efectuar la recogida y análisis de los datos con suma rapidez y, al instante, facilitar la apertura de esa información a otro científico en cualquier parte del mundo.

Una compleja red que insume una década de investigaciones

Este importante avance técnico, que contribuirá al desarrollo de las ciencias del mar y a su implicancia a nivel social, se ha logrado luego de una década de estudios e investigaciones, en los cuales tuvo un importante papel el centro especializado Scripps Institution of Oceanography, perteneciente a la UCSD.

La investigación de los océanos se realizará a través de diferentes observatorios in situ, ubicados en Canadá, Japón, Europa, Australia, China y Corea, entre otras próximas locaciones. El OOI aportará distintas herramientas móviles para ampliar las capacidades de cada uno de los observatorios, buscando crear las condiciones de investigación más rigurosas del ambiente oceánico.

El California Institute for Telecommunications and Information Technology (Calit2), será el encargado de la gestión diaria de la enorme ciberinfraestructura a crearse. La fase de construcción se iniciará durante el transcurso de este mes, previéndose un desembolso de 106 millones de dólares durante el primer ejercicio, provenientes del American Recovery and Reinvestment Act of 2009.

Además, se aportarán 5,91 millones dólares en fondos destinados a la construcción por parte de la NSF. Durante el año 2010 y los próximos ejercicios, se prevé un presupuesto de 274,58 millones dólares para la construcción de las infraestructuras, adquisición de instrumentos y sensores por parte del OOI y otros trabajos relacionados.

Mayor acercamiento a la sociedad y datos en tiempo real

¿Cuáles serán los principales avances que podrán concretar los científicos una vez esté concluida la ciberinfraestructura?. Por ejemplo, observar con mayor detalle complejos procesos oceánicos como la variabilidad del clima, la circulación oceánica, la acidificación de los océanos y el comportamiento de los ambientes del fondo marino, entre otros.

Pero quizás lo más destacable de este ambicioso proyecto es que estará disponible para científicos, responsables políticos, estudiantes y para el público en general, por lo que en cierto modo se busca una transformación de la investigación y educación en ciencias oceánicas, con un mayor acercamiento a la sociedad.

El flujo continuo de datos extraídos de cientos de sensores se integrará en la compleja red de computación desarrollada por los centros Scripps Institution of Oceanography y Calit2. La calidad de la información que se obtendrá no tiene precedentes, teniendo en cuenta que se trata de una conexión interactiva con el océano de un importante ancho de banda y que permite el acceso a los datos en tiempo real.

Mientras durante el primer año de trabajo se realizará una amplia gama de actividades de construcción e ingeniería de producción, en 2010 comenzará el desarrollo de un plan de enfoques innovadores para la divulgación de los datos que se obtendrán. Se prevé que en 2013 ya exista un flujo inicial de información, para completar la ciberinfraestructura sobre 2015.

Con este desarrollo se podrán estudiar con mayor detalle complejos fenómenos como las corrientes oceánicas bautizadas “El Niño”, por ejemplo, además de ofrecer los datos al público en general y a los estudiantes, gracias a la colaboración de especialistas en tecnología educativa. También han colaborado o colaborarán en el proyecto el centro Woods Hole Oceanographic Institution, la Oregon State University y la University of Washington, entre otras prestigiosas instituciones académicas de los Estados Unidos.