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El liderazgo social no es una cuestión de fuerza, según un patrón animal

Foto: MPI of Animal Behavior/ Jordan Lab.

¿Tiene el ser humano que aprender de los peces? Todo indicaría que sí, ya que un reciente estudio elaborado por especialistas del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal, de la Universidad de Konstanz y de la Universidad de Texas en Austin, demuestra que los peces macho con un comportamiento más proclive a la conciliación ejercen un liderazgo más efectivo con respecto a los individuos de tendencia agresiva y dominante.

Aspectos como la fuerza, el tamaño corporal o un carácter dominante serían en apariencia las características esperables en un líder de grupo, superando a otras cualidades como la capacidad de conciliación o la pasividad, ya sea en sociedades animales o humanas.

Sin embargo, el trabajo desarrollado por los científicos alemanes y estadounidenses indica todo lo contrario. De acuerdo a una nota de prensa, los expertos realizaron un exhaustivo análisis del comportamiento e interacción en distintos grupos de un pez cíclido social, cuyo nombre científico es Astatotilpia burtoni.

Los resultados obtenidos son tan interesantes como sorprendentes, e indican quizás algunas cuestiones que las sociedades humanas deberían repensar en cuanto a liderazgo y comunicación, según los investigadores. En muchos aspectos, los peces pasivos, de colores poco llamativos y de menores dimensiones superaron con claridad en influencia social a los ejemplares más agresivos, grandes e impactantes.

Ventajas de los liderazgos comunicativos

En las interacciones más sencillas o de rutina, los machos dominantes y coloridos empujan rápidamente a sus grupos. Sin embargo, cuando se trata de realizar una actividad más compleja, como puede ser incorporar nuevos hábitos, son los machos pequeños, pasivos y subordinados quienes ejercen una influencia más positiva. Por ejemplo, en el caso de la identificación de una nueva ubicación desde la cual obtener alimento.

Los especialistas concluyeron que los grupos de peces liderados por machos con una tendencia pasiva y con apertura comunicativa obtenían avances más rápidos y contundentes en esta clase de situaciones, en tanto que las conducciones de perfil agresivo eran menos beneficiosas para el conjunto del grupo.

La causa principal de este comportamiento es la mayor capacidad de los peces menos agresivos para conducir al grupo de forma armónica hacia un objetivo superador, en el cual los propios individuos tienen la posibilidad de elegir un tipo de liderazgo. Por el contrario, en las actividades de tipo más automático y repetitivo, son los peces dominantes quienes corren con ventaja.

Para realizar la comparación entre el comportamiento de los distintos grupos, los investigadores utilizaron técnicas de vanguardia provenientes de la industria de los videojuegos, logrando capturar datos de comportamiento que son imposibles de medir a simple vista. Los innovadores métodos de seguimiento automatizado garantizan así resultados más exactos y fiables.

Es evidente que el liderazgo en los grupos y organizaciones que conforman la sociedad humana requiere de una mayor tendencia al diálogo y a la incorporación de múltiples visiones, dejando atrás comportamientos como la agresión, la coerción y las imposiciones, según los investigadores. Queda claro que los peces tendrían mucho que enseñarnos al respecto.

 

Referencia

Behavioral traits that define social dominance are the same that reduce social influence in a consensus task. Mariana Rodriguez-Santiago, Paul Nührenberg, James Derry, Oliver Deussen, Fritz A. Francisco, Linda K. Garrison, Sylvia F. Garza, Hans A. Hofmann and Alex Jordan. PNAS (2020).DOI:https://doi.org/10.1073/pnas.2000158117

 

Pie de foto: Macho dominante (izquierda) y subordinado (derecha) del pez cíclido Astatotilapia burtoni. © MPI of Animal Behavior / Jordan Lab.