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La élite del antiguo Egipcio sufría una alta mortalidad infantil y moría a los 30 años

Los antiguos egipcios no vivían en tan buenas condiciones y rodeados de tanta opulencia como hasta ahora se pensaba, sino que sufrían hambre y malnutrición, multitud de enfermedades infecciosas y una altísima mortalidad infantil. Además, los gobernadores de la región de Asuán, en la frontera con Sudán, así como sus familias, ya practicaban el mestizaje con las gentes negras que llegaban desde el país vecino. Éstas son algunas de las conclusiones a las que ha llegado el proyecto de investigación Qubbet el-Hawa, de la Universidad de Jaén, en el que participan antropólogos de la Universidad de Granada, así como el Consejo Supremo de Antigüedades de la República Árabe de Egipto. Se trata de una excavación que se está desarrollando en la tumba número 33 de la necrópolis de Qubbet el-Hawa, justo en frente de la moderna ciudad de Asuán, a unos mil kilómetros al sur de El Cairo. Esta tumba fue construida durante la XII Dinastía (1939-1760 a. C.) para albergar el cuerpo de un alto dignatario de la región de Asuán del que, por el momento se desconoce su identidad. Los antropólogos de la UGR afirman que la esperanza de vida apenas llegaba a los 30 años, ya que sufrían muchos problemas de malnutrición y trastornos gastrointestinales agudos, debido al consumo de agua contaminada del Nilo. Así lo revela el hecho de que los huesos de los niños no presenten marcas, lo que demuestra que murieron debido a una enfermedad infecciosa aguda. Además, los investigadores han hallado en la tumba una gran cantidad de momias pertenecientes a jóvenes de entre 17 y 25 años.

RedacciónT21