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La oxitocina ayuda a recuperarse del miedo condicionado

Un equipo de investigadores bajo la dirección del Hospital de la Universidad del Hospital de Bonn ha demostrado que la hormona oxitocina inhibe el centro del miedo en el cerebro y permite que los estímulos de miedo desaparezcan más fácilmente. Se sabe que la hormona oxitocina no sólo tiene un efecto de unión en la relación madre-hijo y en las parejas sexuales, sino que también se considera un ansiolítico. Los científicos han demostrado su utilidad en la sobreescritura o extinción de experiencias terribles. "La oxitocina en realidad refuerza la : Bajo su influencia, la expectativa de miedo recurrente disminuye más que si no está presente", señala el director del estudio, René Hurlemann. El equipo de científicos indujo en un total de 62 sujetos sanos de sexo masculino. Mientras veían fotos de rostros humanos, recibieron desagradables descargas eléctricas en la mano a través de electrodos. Los científicos comprobaron que, como consecuencia de ello, los participantes asociaban determinadas fotos con el dolor, porque tenían sudores fríos y sus regiones cerebrales del miedo estaban especialmente activas. La mitad de los sujetos recibieron oxitocina a través de un aerosol nasal. El resto recibió un placebo. A continuación, comenzó la fase de extinción, en la cual se les mostraban las mismas imágenes de antes, pero ya no recibían descargas eléctricas. En los hombres bajo la influencia de la oxitocina, la amígdala, que es el centro del miedo en el cerebro, estuvo en general mucho menos activa que en el grupo de control, mientras que las regiones que inhiben el miedo estaban más estimuladas En realidad, la oxitocina provocaba un miedo mayor al principio, debido a que refuerza las impresiones conscientes y por tanto la reacción preventiva a la temida descarga eléctrica, pero al cabo de unos minutos prevalecía el efecto ansiolítico, explica Hurlemann. Los científicos esperan que los pacientes con ansiedad puedan ayudarse de la oxitocina. Además, intuyen que probablemente la hormona facilitaría la unión entre el terapeuta y el paciente y por tanto el éxito del tratamiento. "Sin embargo, esto debe ser demostrado primero por estudios clínicos", señala Hurlemann.

RedacciónT21