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Los ecosistemas áridos y los húmedos se adaptan más rápido a la sequía que los semiáridos y los semihúmedos

Todos los ecosistemas sufren los efectos negativos provocados por la escasez de agua, y la persistencia de este déficit es muy importante para determinar la sensibilidad de la vegetación a la sequía. Una del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), publicada esta semana en la revista , ha descubierto que la vegetación de los ecosistemas áridos y la de los húmedos son las que más rápido reaccionan frente al estrés hídrico, en contraste con la de los ecosistemas subhúmedos y la de los subáridos. A pesar del paralelismo en la rápida respuesta de ambos frente a la sequía, la investigación considera que los mecanismos que dirigen cada uno de los procesos son probablemente muy diferentes. El investigador del Instituto Pirenaico de Ecología del CSIC Sergio Vicente, que ha liderado el estudio, explica: La vegetación de regiones áridas posee herramientas que le permiten adaptarse rápidamente a unas condiciones cambiantes de disponibilidad de agua. En las regiones húmedas, por el contrario, los cortos periodos de falta de agua pueden desencadenar rápidamente un descenso en la actividad foliar y en el crecimiento la vegetación, que suele ser más sensible al estrés hídrico. Para Vicente, la respuesta de la vegetación frente a los déficits hídricos es un tema crucial que determina los patrones geográficos de la vegetación. Según el investigador del CSIC, estos resultados son particularmente relevantes en el actual escenario de cambio climático. El grado en el que los ecosistemas responden a condiciones de déficit hídrico sugiere cuál será su grado de respuesta ante futuros cambios en precipitaciones y temperaturas. Los resultados, por tanto, podrían ayudar a mejorar la exactitud de las proyecciones de vegetación bajo escenarios de cambio global, concluye Vicente.

RedacciónT21