Tendencias21

Los terrenos de cultivo de Oriente Próximo eran mucho más fértiles hace 12.000 años

Un trabajo de la Universidad de Barcelona y la Universidad de Lleida ha reconstruido las características de la agricultura en sus orígenes comparando muestras de semillas y maderas de yacimientos en el Próximo Oriente —cuna de la agricultura en Occidente— con muestras actuales. Los resultados permiten conocer, por primera vez mediante evidencias directas, las condiciones de humedad y fertilidad de los cultivos, así como el proceso de domesticación de los cereales por parte de los humanos, desde el neolítico (12.000 años atrás) hasta poco antes de la época prerromana (hace aproximadamente 2.000 años). La investigación se ha publicado en la revista . Los investigadores compararon la medida de los restos de semillas con muestras actuales. "Hasta ahora, la metodología que se usaba no reconstruía la medida real, sino que medía la anchura y la longitud de semillas carbonizadas", explica Josep Lluís Araus, profesor del Departamento de Biología Vegetal de la UB. "Nosotros hemos reconstruido el peso de la semilla y hemos visto que su incremento continuó durante mucho más tiempo del que se pensaba, posiblemente durante varios milenios". Según el investigador, esta selección inicial de semillas fue "inconsciente", es decir, los primeros agricultores se debían de quedar con las semillas más grandes y, así, progresivamente, debían de aumentar de medida. La composición isotópica del nitrógeno de las muestras facilita información sobre la materia orgánica del suelo y su fertilidad. Según Juan Pedro Ferrio (Agrotecnio-UdL), "a pesar de que eran cultivos de secano, podemos decir que había una gran disponibilidad de nitrógeno en comparación con la actualidad: indudablemente, se cultivaba en terrenos mucho más fértiles que los actuales". Además, se aprecia una pauta de progresivo decrecimiento en la fertilidad del suelo, seguramente por el sobrecultivo o por la extensión de las zonas de cultivo hacia terrenos menos fértiles, y también por el progresivo endurecimiento de las condiciones climáticas.

RedacciónT21