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Transformarán en fertilizantes los residuos orgánicos de las plantas de biogás

El Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario –Neiker-Tecnalia-, y la empresa guipuzcoana Ekonek van a construir una planta piloto de tratamiento de residuos orgánicos cuya finalidad es la producción de fertilizantes de alto valor añadido. La instalación permitirá aprovechar de una forma eficaz el material orgánico resultante de las plantas de biogás. La planta se ubicará en los terrenos agrícolas de Neiker-Tecnalia en Arkaute (Álava). El presupuesto asciende a 1,5 millones de euros, que serán aportados por la Unión Europea en el marco de un proyecto CIP-Ecoinnovation y las cuatro entidades participantes en la iniciativa: Neiker-Tecnalia, Ekonek Innovación en Valorización de Productos, Blue Agro y la empresa holandesa Colsen. El objetivo del proyecto es aprovechar la materia orgánica resultante de las plantas de biogás tras el proceso de digestión anaeróbica, que consiste en someter a la materia a un proceso de descomposición en condiciones de falta de oxígeno. De esta descomposición se obtiene biogás y la materia resultante del proceso se conoce como digestato. NEIKER-Tecnalia se propone aprovechar este producto, considerado en muchas ocasiones como un residuo, para su transformación en fertilizante orgánico de gran calidad y hasta diez veces más productivo que los convencionales. Podrá ser utilizado en cultivos de alto valor añadido, como césped deportivo, cultivos ornamentales y cultivos agrícolas especialmente delicados. NEIKER-Tecnalia pretende con esta planta piloto aportar soluciones al sector agrícola que sean respetuosas con el medio ambiente y que, al mismo tiempo, resulten económicamente viables. Las ventajas del fertilizante que se obtendrá se basan en que se trata de un producto ecológico, en forma de microgránulos, que requiere dosis más bajas que los fertilizantes tradicionales y libera sus nutrientes de una manera lenta, lo que implica un menor impacto en el medio ambiente.

RedacciónT21