Tendencias21

Una memoria mecánica ajusta la elasticidad de los músculos a su historial de estiramiento

El investigador chileno Julio Fernández y su equipo de la Universidad de Columbia (Nueva York, EE.UU.) han descubierto una nueva forma de memoria mecánica que ajusta la elasticidad de los músculos a su historial de estiramiento. Fernández ha pasado casi dos décadas estudiando el origen molecular de la elasticidad muscular. Una molécula en particular captó su atención: la , que es la más grande del cuerpo. Cada molécula de titina consta de una larga cadena de haces cruzados y se asemeja a una cuerda con cientos de nudos. Los niveles de oxidación aumentan durante la actividad muscular como una consecuencia natural del metabolismo elevado. Los investigadores han encontrado que la titina contiene un número inusualmente alto de ‘puntos calientes’ de oxidación –lugares que son más propensos a la oxidación–, pero la mayoría de estos puntos están ocultos dentro de los pliegues moleculares y por lo tanto están inactivos. También han visto que el estiramiento de un músculo puede forzar a la titina a desplegarse, y que este desdoblamiento dejaba expuestos los puntos de acceso, haciendo que la titina fuera cada vez más sensible a la oxidación en el estiramiento. El equipo investigó lo que ocurría con la proteína cuando se oxidaba y se centraron en una de las formas más comunes de la oxidación, llamada glutationilación. Como habían previsto, la fuerza mecánica desenredó los haces cruzados de titina y activó la glutationilación. La sorpresa llegó cuando descubrieron que este tipo de oxidación bloqueaba los haces en un estado desplegado, haciendo que la rigidez de la molécula cayera drásticamente. Según los científicos, el ejercicio facilita las reacciones de oxidación, pero es el estiramiento el que prepara a los músculos para la oxidación. Una vez que se producen las reacciones de oxidación, estas bloquean a las proteínas del músculo en un estado desplegado y causan un aumento sostenido de su elasticidad. El músculo vuelve a la normalidad cuando las células musculares eliminan naturalmente la oxidación, un proceso que puede durar varias horas. "Creo que estamos empezando a entender el aumento de la flexibilidad inducida por la práctica del yoga. Una postura como la del perro mirando hacia abajo es muy eficaz para desplegar los nudos de la titina", señala Pallav Kosuri, otro de los autores del trabajo.

RedacciónT21