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Detectan las temperaturas más frías de la historia en varios agujeros de la nieve antártica

Los científicos han detectado recientemente, las temperaturas más bajas de la Tierra, en una meseta de hielo desolada y remota en el este de la Antártida, superando un récord establecido en 1983 y dejando al descubierto un nuevo enigma sobre el continente cubierto de hielo. Ted Scambos, científico jefe del estadounidense Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo (NSIDC), y su equipo, detectaron temperaturas de entre -92 y -94 grados Celsius en una larga franja de 1.000 kilómetros en el tramo más alto de la brecha de hielo de la Antártida Oriental. Las mediciones fueron realizadas entre 2003 y 2013 por un sensor del satélite Aqua de la NASA y durante el invierno del hemisferio sur de 2013 por el Landsat 8, un nuevo satélite lanzado a principios de este año por la NASA y el Servicio Geológico de EE.UU. . "Nunca he estado en esas condiciones de frío y espero no estarlo nunca", explica Scambos. "Me han dicho que cada respiración es dolorosa y hay que tener mucho cuidado de no congelarse parte de la garganta o los pulmones al inhalar." Las temperaturas récord son varios grados más frías que el anterior récord de -89,2 grados Celsius, medido el 21 de julio de 1983 en la Estación de Investigación Vostok en la Antártida Oriental. Las temperaturas más frías se producen en pequeños agujeros de pocos metros de profundidad, en los que se acumula el aire frío formado sobre la superficie de la nieve en los días claros y secos. Scambos y su equipo detectaron las temperaturas récord mientras trabajaban en un estudio relacionado con extrañas grietas en la superficie de hielo de la Antártida Oriental, provocadas también por el frío.

RedacciónT21