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Las ballenas piloto se sincronizan cuando advierten un peligro

En el Estrecho de Gibraltar habitan unas 300 . Estos cetáceos están presentes durante todo el año en aguas del mar Mediterráneo y el océano Atlántico, pero se sabe muy poco acerca de su estructura social. Un estudio, liderado por la Universidad de Aberdeen (Reino Unido) en colaboración con la Estación Biológica de Doñana (CSIC) y el grupo Conservación, Información e Investigación sobre Cetáceos (CIRCE), ha analizado los patrones de asociación entre individuos dentro de esta comunidad de ballenas, para proporcionar una visión a largo plazo de su sistema social. Lo importante es que comparamos dos poblaciones diferentes, una que habita en el Estrecho y está expuesta a depredadores –que en este caso son los barcos–, y otra con un ecotipo donde no hay presencia de tantos barcos, la de Cabo Bretón en Canadá. Las ballenas piloto son especies sociales y nos interesaba ver, por ejemplo, cómo transmiten el aprendizaje de madres a crías. Lo que observamos es que están sincronizadas ante el peligro, explica Renaud de Stephanis, investigador de la Estación Biológica de Doñana y coautor del estudio que publica la revista . La sincronía es total tanto aquí como allí. Al tener tráfico marítimo, o embarcaciones de avistamiento de cetáceos cerca, hay una reacción conjunta de todo el grupo a estímulos externos. Cuando llegamos a la zona de avistamiento están a su ritmo, pero cuando llevamos con ellas 10 o 15 minutos, madres y crías comienzan a nadar de forma sincronizada en posición de alerta. Es un signo de afiliación al grupo, añade el experto.

RedacciónT21