Ficha Técnica
Título: Filosofía china clásica
Autores: Hubert Schleichert y Heiner Roetz
Edita: Herder Editorial. Barcelona, 2013
Traducción: Alejandro Peñataro Sánchez
Materia: Filosofía
Número de páginas: 416 págs.
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-254-2698-8
PVP: 32,90 €
La filosofía china clásica se desarrolló dentro del marco temporal que, por su relevancia en la historia de la humanidad, Karl Jaspers denominó era axial; una época comprendida entre los siglos VIII y II a. C., en la que también se dieron cita Buda, los profetas judíos, Zaratustra y los filósofos griegos.
“Por Filosofía china clásica se entiende el filosofar chino desde los inicios hasta la unificación del reino bajo el poder central de los Qin en el año 221 a.C.
Casi toda la filosofía china del periodo clásico tiene un tema principal: la pregunta sobre la conducta de una vida llevada de buena manera, consciente, correctamente y con éxito, independientemente de si se trata de una vida en familia, en sociedad y dentro de un Estado o si se vive en el retiro, separado de todas estas instituciones, con sus normas y obligaciones sobre el individuo. Por lo tanto se trata principalmente de cuestiones sobre lo que hoy se conoce como filosofía “práctica”: las actitudes (morales) que debe tener un buen soberano, un buen ministro, un buen súbdito; los mejores métodos para gobernar un Estado o para llegar al gobierno; la estructura correcta de la sociedad; la actitud correcta con respecto a la tradición cultural; los deberes de los hijos hacia los padres; la naturaleza originaria de los humanos, ya sea su bondad o su maldad, y su capacidad de ser educados. En general se formulaba también la pregunta sobre cuál es la escala que se ha de establecer para un comportamiento y un juicio morales. Una alternativa se podía encontrar en las concepciones de la vida y valores e ideales daoístas más allá de la coerción o degeneración social o intelectual.
Al mismo tiempo se pueden encontrar algunos enfoques, de hecho bastante prometedores, para la construcción de una teoría lingüística y del conocimiento. Sin embargo, estos enfoques han permanecido solo de forma fragmentaria y ya en aquel entonces no fueron correctamente entendidos por sus contemporáneos. Más tarde siguieron siendo transmitidos simplemente como curiosidades. Nuestro conocimiento sobre estas corrientes de pensamiento de acento más teórico es igualmente fragmentario.
En esta época surgieron diferentes escuelas filosóficas que competían unas con otras. De todas ellas, el confucionismo es la que se orienta con más firmeza hacia concepciones tradicionales. Sin embargo, ya en la elaboración de la ética confuciana por parte de su fundador, Confucio, la tradición no se presentaba como el único punto de referencia, así como, en la elaboración de la moral por parte del confuciano Mencio, la importancia de la tradición se reduce considerablemente frente a la predisposición moral del individuo. El juicio sobre “el corazón humano” está en primer plano.
Otras corrientes contemporáneas son todavía mucho más críticas con el conservadurismo. La escuela de MO Di mide el valor o la futilidad de todas las medidas sociales y políticas según su utilidad y su provecho Para la población. Por su parte, las teorías sobre pragmatismo político de los legalistas analizan la sociedad en función del poder ejercido sobre los hombres, utilizando para ello principio psicológicos generales. Finalmente se encuentra la propuesta daoísta de una ideología que propicia el retiro, con sus concepciones en parte metafísicas.
Esta diversidad de concepciones filosóficas enfrentadas unas con otras es un indicador de una época de cambios económicos, políticos e intelectuales que se refleja de diferentes maneras en los textos políticos. El motivo es una crisis social a gran escala en el contexto de un proceso bélico que produjo la caída del sistema feudal de la dinastía Zhou, a causa de la cual el mundo, tal y como se conocía hasta aquel momento, se volvió problemático. Se habla de un gran diluvio que todo lo inunda, de caos y de la ausencia de valores y escalas de valores generalmente aceptados; en lugar de ello surgieron entonces cientos de diferentes escuelas enfrentadas unas con otras. Para entender la filosofía china es importante ser consciente de ese trasfondo problemático. ” (Extracto de la Introducción)
Los autores presentarán en esta obra todas estas escuelas en detalle.
Índice
Prólogo
I. Marco y trasfondo
1. Introducción a la filosofía china clásica
II. El confucianismo clásico: los cuatro libros
2. El confucianismo clásico en general
3. Confucio
4. Mencio
5. La gran enseñanza (Daxue) y El justo medio (Zhongyong)
III. Dos alternativas al confucianismo
6. Mo Di
7. Yang Zhu
IV. Daoísmo
8. Laozi
9. Zhuangzi
V. Los legalistas
10. Generalidades sobre el legalismo
11. Las ideas legalistas en Guanzi
12. Shang Yang
13. Han Fei
VI. El punto álgido: Xunzi
14. Xunzi
VII. Dialécticos y lógicos
15. De deng Xi a Hui Shi y los “disputadores”
16. Gongsun Long
17. Los mohístas posteriores
Anexo
18. La lengua china y la filosofía china. Sobre las dificultades de la traducción de textos antiguos
19. ¿Personas o instituciones?
20. El desarrollo posterior de la filosofía en china: una vista general
Tabla cronológica de la historia china
Bibliografía
Índice onomástico y de concepto
Datos de los autores
Hubert Schleichert (Viena, 1935) fue catedrático de Filosofía en la Universidad de Constanza y profesor invitado en las universidades de Berlín, Marburgo y Graz. Sus trabajos se han centrado en la filosofía política, la teoría de la lógica argumental y la filosofía oriental, en particular el pensamiento chino. De entre su extensa producción ensayística se ha publicado en castellano Cómo discutir con un fundamentalista sin perder la razón.
Heiner Roetz (Winterberg, 1950) es un reputado dinólogo alemán, profesor de Historia y Filosofía china en la Universidad Ruhr de Bochum desde 1997. Es autor, entre otras obras, de Mensch und Natur im alten China y Die chinesische Etnik der Achsenzeit.
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