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Los monos también son sensibles a la música, pero sólo a la compuesta para ellos

Investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison y de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, han demostrado que un tipo de mono denominado tití cabeciblanco, es capaz de responder emocionalmente a la música. Hasta ahora, intentos anteriores de encontrar las raíces evolutivas de la respuesta humana a la música en primates no humanos habían resultado estériles, porque otros monos estudiados no habían respondido a este estímulo, prefiriendo el silencio. Sin embargo, el tití cabeciblanco, de origen sudamericano, responde a la música, aunque a una música especialmente compuesta para ellos, con piezas de 30 segundos de duración y basada en las llamadas que estos monos intercambian entre ellos, correspondientes con sentimientos de miedo, amenaza, asociación y amistad, o un estado de felicidad y de seguridad. Los resultados de la investigación demostraron que, después de escuchar su música durante cinco minutos, los monos presentaron síntomas de ansiedad y un incremento en sus movimientos. Por el contrario, los monos que escucharon música tranquilizadora redujeron sus movimientos y aumentaron su alimentación, ambos signos del efecto calmante que la música produjo en su ánimo.

RedacciónT21