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Una investigación profundiza en la capacidad de resiliencia

Psicólogos de la Universidad de Búfalo, en Estados Unidos, han constatado que las experiencias difíciles realmente nos endurecen, aunque no todas. Trances particularmente duros, como sobrevivir a un huracán o padecer una agresión, pueden dañarnos psicológicamente, al igual que tener una vida miserable. En cambio, otros problemas más leves ayudan a las personas a desarrollar su resiliencia (capacidad para sobreponerse a períodos de dolor emocional y traumas). Esto es lo que explican los autores de la investigación en un artículo aparecido en Current Directions in Psychological Science, una revista de la Association for Psychological Science de Estados Unidos. En él se detallan los resultados de dos estudios. En uno de ellos, los especialistas descubrieron que las personas que habían sufrido muchos eventos traumáticos en sus vidas vivían en general más angustiadas. Pero también se constató que las personas que no habían experimentado ningún evento negativo tenían problemas similares. Por el contrario, los individuos que se encontraban mejor eran aquellos que habían vivido algunos hechos negativos. En un segundo estudio, se demostró que personas con dolor crónico eran capaces de recuperarse a alguna adversidad seria, mientras que individuos que habían sufrido muchas adversidades o ninguna adversidad se encontraban más afectados. Una explicación posible de este patrón es que la gente que ha padecido experiencias difíciles puede llegar a desarrollar la capacidad de afrontarlas, explican los científicos. Además, estas personas aprenden a apoyarse en las redes sociales y a sacar partido de ellas cuando las necesitan, lo que también beneficia a su psicología.

RedacciónT21