I. Estructuración de la ingeniería
La ingeniería es el conjunto de conocimientos orientados a la invención y utilización de técnicas para el aprovechamiento de los recursos naturales o para la actividad industrial (R.A.E. Diccionario). La ingeniería es, pues, el conocimiento humano que permite la innovación, invención, desarrollo y mejora de técnicas y herramientas para satisfacer las necesidades de la sociedad.
Además, constituye la Actividad profesional del ingeniero (R.A.E. Diccionario), existiendo múltiples ramas, y creándose otras nuevas conforme a las necesidades evolutivas sociales. El ingeniero utiliza los conocimientos científicos y matemáticos, para el desarrollo de las tecnologías, que permitan una más fácil adaptación a las condiciones naturales de nuestro entorno. Incluso pretende el ingeniero la mayor eficiencia y productividad en el uso de recursos naturales, con el fin de minimizar los costes de producción. La ingeniería es la actividad de transformación del conocimiento humano en tecnologías al servicio de la sociedad, adecuándose a las limitaciones de tiempo, y recursos disponibles, y a los propios requisitos: legales, de seguridad, ecológicos, etc… que exija, en cada momento, la propia sociedad.
Su trascendencia queda claramente demostrada con la evolución social habida en Europa, tras la Revolución Industrial, confirmándose así la correlación existente entre el desarrollo de las sociedades modernas, y la tecnología, e incluso con el impacto que las nuevas tecnologías están generando actualmente en toda la humanidad.
Ordenación de la ingeniería
La Federación Mundial de Organizaciones de Ingenieros (WFEO o FMOI), fue fundada en 1968, por un grupo de organizaciones estatales de ingeniería, por iniciativa de la UNESCO. Es una organización internacional no gubernamental, que hoy día agrupa organizaciones de ingeniería de 90 países, representando a unos 15 millones de ingenieros de todo el mundo.
La Unión panamericana de asociaciones de ingenieros, (UPADI) es la organización americana de ingeniería de más prestigio. Actualmente representa a más de dos millones de ingenieros de todas las especialidades en Norte, Suramérica, América Central, y el Caribe (España figura como observador, a través del Instituto de la Ingeniería de España). Su finalidad es alentar, avanzar, promulgar, guiar y unificar el trabajo y práctica de los ingenieros de las Américas, para disponer de una organización capaz de participar e influir en las decisiones que marcarán el futuro de los estados de América.
La enseñanza de la ingeniería
Nace la enseñanza metódica de la ingeniería con las Escuelas superiores, que las administraciones públicas crean, ya en el siglo XVIII, para la formación de los funcionarios especializados en estos específicos trabajos.
A continuación se relacionan algunas de las primeras escuelas de ingeniería:
- École nationale des ponts et chaussées de París, Francia, 1747.
- Academia de Artillería de Segovia, España.1764.
- Academia de Minas de Friburgo, Alemania, 1765.
- Academia de Minería y Geografía Subterránea de Almadén, España, 1777.
- École Nationale Supérieure d’Arts et Métiers (Arts et Métiers Paris Tech.), Francia, fundada en 1780.
- Academia Real de Fortificação, Artilharia e Desenho, en Lisboa, Portugal, 1790.
- El Real Seminario de Minería, en México, 1792. Es la primera institución de su tipo en América.
- Real Academia de Artilharia, Fortificação e Desenho, en Río de Janeiro, Brasil, 1792.
- Escuela Técnica Superior de Praga, 1806.
- Escuela de Artes y Oficios, Universidad de Santiago de Chile, 1848.
- Escuela de Caminos de Madrid, 1802.
- Escuela Técnica Superior de Viena, 1815.
- Escuela Técnica Superior de Karlsruhe, 1825.
- En Estados Unidos la primera escuela de ingenieros se creó en Nueva York, en 1849.
- En el año 1857, se crearon escuelas superiores de ingenieros de Barcelona, Gijón, Sevilla, Valencia y Vergara.
- Facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia, fundada en 1886.
La ingeniería en Europa
La Federación Nacional de Asociaciones de Ingeniería (FEANI), fue fundada en 1951, y agrupa en la actualidad a 350 asociaciones nacionales de 29 países europeos. A través de estas asociaciones nacionales, representa en la actualidad a un total de 3,5 millones de ingenieros europeos. A su vez, es miembro fundador de FMOI.
FEANI tiene un Comité Español, que es el representante de los ingenieros españoles. Los objetivos de la FEANI son: Afirmar la identidad profesional de los ingenieros de Europa, asegurando que las cualificaciones profesionales de los países miembros sean reconocidas en Europa y en todo el mundo, y definir la condición, el papel y la responsabilidad de los ingenieros en la sociedad.
El Consejo de Asociaciones de Ingenieros de Ciclo Largo de la Unión Europea (CLAIU), comenzó su labor a finales de 1988, cuando 7 países europeos acordaron constituirla, con el objetivo de disponer de un foro de consulta y colaboración entre las asociaciones de ingenieros de todos los Estados miembros de la Unión Europea. El principal objetivo de CLAIU era el de salvaguardar la integridad cultural, formativa y profesional de la ingeniería al más alto nivel, sin perjuicio de la importancia que tiene la coexistencia de los distintos niveles de formación en ingeniería, necesarios en Europa y en el mundo. Durante el mes de abril de 2016, CLAIU acordó su disolución.
La Red Europea para la Acreditación de la Educación en Ingeniería (ENAEE), se estableció en 2006 por 14 asociaciones que se ocupan de la enseñanza de la ingeniería en toda Europa. Su finalidad es contribuir al desarrollo de la garantía de calidad y acreditación de las políticas europeas en la enseñanza de la ingeniería. ENAEE es miembro de la International Federation of Engineering Education Societies.
Regulación de la profesión de ingeniero
La regulación de la profesión en los estados miembros de la UE, no es homogénea. La normativa europea permite regular determinadas profesiones en los estados miembros, como la ingeniería, siempre que se justifique por el interés general. Esta misma situación se repite en otros países desarrollados no comunitarios.
En la mayoría de países miembros, para acceder al ejercicio de la profesión de ingeniero, se requiere haber alcanzado el nivel de los estudios universitarios equivalentes a un grado de maestría (Máster), e incluso en otros, se requieren años de experiencia profesional.
Para aquellos profesionales denominados ingenieros-consultores, con capacidad para firmar y dirigir proyectos, en un buen número de países es obligatorio el cumplimiento de ciertos requisitos y la inscripción en un registro específico, u organización profesional, que recibe el nombre de Colegio o Cámara Profesional. Algunos países establecen, además, diferentes certificaciones de acreditación, en función de los años de experiencia y la formación permanente documentada. Incluso en algunos casos, se exige un examen.
En general, en los países europeos se valoran, como requisitos para el acceso al ejercicio libre de la profesión, los conocimientos adquiridos en las escuelas especiales o Universidad o, incluso la propia experiencia profesional.
A la vista del marco normativo y la experiencia recogida de los países de nuestro entorno y teniendo en cuenta el modelo actual existente en España, la propuesta de las Organizaciones Profesionales de Ingenieros de España para plantear al Gobierno cara a la futura Ley de Servicios Profesionales es la siguiente:
En España las enseñanzas universitarias correspondientes a los títulos académicos de ingeniero y de master en ingeniería están organizadas en 8 especialidades diferentes que dan acceso a 8 títulos profesionales de ingeniería diferentes. Ello es debido a que sus planes de estudios aun poseyendo un tronco común, contienen muchas materias específicas que incluyen y que las diferencian claramente.
Algunas actividades profesionales en el campo de la ingeniería, requieren de dichos conocimientos específicos y con la profundidad que se imparten para alcanzar los títulos académicos correspondientes bien de ingeniero o de master ingeniero, siendo imposible adquirir éstos con la simple experiencia.
Estas actividades para ser realizadas con las garantías suficientes y sin poner en riesgo ni la salud pública, la seguridad de las personas, los bienes, ni el medio ambiente, deben estar reservadas a aquellas titulaciones académicas y profesionales que cumplan con los requisitos de conocimientos precisos.
Para ello será preciso establecer una mesa de trabajo donde la Administración y los Colegios Profesionales determinen y consensuen las actividades profesionales que deben quedar en situación de reserva y para que titulaciones.
Adicionalmente y para establecer el control necesario de acceso de los profesionales a sus respectivas actividades reservadas y al igual que otros modelos existentes en Europa, será preciso establecer un registro de profesionales y se propone mantener en estos casos el sistema actual de colegiación obligatoria, quedando para el resto como voluntaria
En determinadas actividades profesionales adicionalmente se deberá mantener el control del trabajo profesional a través del correspondiente visado colegial y tal como precisa el RD 1000/2010. El sistema debe incorporar, al menos en el ejercicio libre de la profesión, la obligatoriedad por parte del profesional de la contratación de un seguro de responsabilidad civil profesional que de cobertura suficiente a sus trabajos profesionales.
Por último se deberá contemplar la evolución hacia un modelo de certificación de las personas en lugar de sus trabajos, pero ello requiere de un proceso que implica la creación y financiación del sistema, la oferta y aceptación de éste por parte del mercado, la estabilización del mismo, el reconocimiento por parte de la Administración y todo ello llevará un tiempo durante el cual no se podrá dar un salto en el vacío, ya que podría poner en riesgo el interés general. (Regulación de la profesión de ingeniero en España. Instituto de la Ingeniería de España y Unión Profesional de Colegios de Ingenieros. 08/2012).
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