En este capítulo de «La ciencia mola», Graciela nos enseña a construir un volcán submarino casero. Con este experimento nos enseña una propiedad del agua que varía según la temperatura a la que se encuentre.
Para este experimento necesitaremos los siguientes materiales:
– Un frasco grande.
– Una botella pequeña, que quepa dentro del frasco grande y la cubra por completo.
– Tinta o colorante alimenticio.
– Un cordón.
– Agua muy fría.
– Agua muy caliente.
Con todos estos materiales podemos construir un volcán desde casa y con unos pasos muy sencillos.
Dentro de la botella pequeña se introducirá el agua caliente. Para no quemarnos, utilizaremos un cordón para crear un asa en la botella que nos permitirá cogerla cuando esté llena de agua muy caliente. En la botella pequeña estará el agua muy caliente y en el frasco grande el agua muy fría.
En el siguiente paso, nos ayudaremos de la jeringa para introducir la tinta en la botella pequeña, que contiene agua muy caliente. Después de esto, dejaremos que la tinta se mezcle bien con el agua. Cuando esto ocurra, muy lentamente, sumergiremos la botella pequeña en el frasco grande con agua muy fría.
¡Y ya tenemos nuestro volcán submarino!
Pero, ¿por qué cuando hemos echado la tinta en la botella pequeña se ha mezclado todo rápidamente y ahora en el frasco grande se queda todo en la superficie?
Pues muy sencillo: el agua tiene una propiedad y es que dependiendo de la temperatura que tenga, su densidad variará ligeramente. Es por eso que el agua caliente se queda arriba, porque el agua caliente es más densa que el agua fría.
Conclusión: El agua caliente flota sobre el agua fría.
Pero esto no dura eternamente. Cuando la temperatura del agua de la botella y del agua del frasco se igualen , se mezclará la tinta y el volcán desaparecerá.
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