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Contestación política árabe (II)

Contestación política árabe (II)

Contestación política árabe (II)

Alaa Al Aswani: Egipto: Las claves de una revolución inevitable. Barcelona: Galaxia Gutemberg & Círculo de Lectores, 2011 (251 páginas).

Una de las voces egipcias con mayor proyección internacional es la de Alaa Al Aswani. Odontólogo de profesión y activista de los derechos humanos por vocación o necesidad, su nombre saltó a la fama regional y mundial a raíz del éxito que tuvo su novela El Edificio Yacobián (Barcelona: Maeva, 2007), alcanzando la categoría de auténtico best-seller en el mundo árabe y obteniendo una buena acogida en Europa.

En esta obra de ficción retrata la estratificación social egipcia que, a semejanza de los diferentes pisos e inquilinos que integran el mencionado edificio, manifiesta la notable desigualdad, la injusticia social y el descontento sociopolítico existente en Egipto.

Conocido por su oposición a la autocracia presidida por Hosni Mubarak, Aswani no separa su trabajo de ficción del periodístico en su denuncia de un régimen dictatorial, petrificado y corrupto que, conviene recordar, no ha sido desmantelado del todo con la escenificada deposición de Mubarak, su reemplazo por la Junta Militar, ni tampoco por el triunfo electoral de las fuerzas islamistas.

Entre los temas que por su reiteración y contundencia argumental destacan, cabe reseñar la fuerte oposición a la sucesión de Mubarak por su hijo Gamal, el desprecio del régimen por los derechos de su ciudadanía, el abuso de poder, la violación sistemática de los derechos humanos, la constante humillación y vejación de sus hombres y mujeres; además de las prácticas de torturas, abusos sexuales y violaciones cometidas en los recintos de sus fuerzas de seguridad, en particular, de la policía.

El desprecio de sus recursos humanos y de su inteligencia ha sido una constante que ha llevado a muchísimos egipcios al exilio, produciéndose una sangrante fuga de cerebros en detrimento del desarrollo de su propio país.

Todos estos relatos son salpicados con casos concretos que ilustran, con todo tipo de detalles, la opresión y vejación a la que han sido (y siguen siendo) sometidos los egipcios de manera sistemática a lo largo de varias décadas.

El panorama socioeconómico no es mejor. La mitad de la población, unos 40 millones, viven por debajo del umbral de la pobreza, con menos de dos dólares al día. Paralelamente, sus anoréxicos servicios sociales (sanidad y educación) se han visto crecientemente deteriorados. Sin olvidar su servilismo en política exterior hacia Estados Unidos e Israel.

No menos importante es la denuncia que realiza Aswani de la falsa religiosidad, sufragada por los saudíes. De ahí que, en su opinión, se está librando dos batallas en Egipto: una por la democratización y otra por una interpretación abierta y civilizada del islam frente a la retrógrada y reaccionaria que bebe en las fuentes wahabíes.

Considera el autor que ambas son las dos caras de una misma moneda: “el extremismo religioso es la otra cara del autoritarismo político. No nos podemos deshacer del primero si antes no acabamos con el segundo”.

En suma, esta obra, prologada y traducida por Haizam Amirah Fernández, compila toda una serie de artículos de prensa que, publicados semanalmente, recoge el clima social, político, económico y regional previo a la revuelta egipcia de enero de 2011.

Su lectura es ineludible para quienes quieran comprender el profundo y prolongado malestar que, después del detonante tunecino, llevó a miles de mujeres y hombres egipcios a echarse a la calle, desafiando pacíficamente al poder con el riesgo que entrañaba para sus propias vidas.

RedacciónT21

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