Es bastante simple para pianistas como el virtuoso chino Lang Lang: Ya se trate de la música de Mozart, de Rachmaninov o de Tchaikovsky, pueden tocar el piano con rapidez. Investigadores del Instituto Max Planck de Informática, en Saarbrücken (Alemania), han transferido esta habilidad de tocar el piano a la introducción de texto mediante el desarrollo de un método computacional que asigna palabras y letras a las notas y acordes.
Experimentaron este piano de escribir y comprobaron que pianistas aficionados pueden introducir texto tan rápido como los mecanógrafos profesionales .
Para desarrollar un mapeo (traslación) del lenguaje a la música, los investigadores analizaron cientos de piezas musicales para encontrar patrones motores frecuentes. «Tenemos que respetar las transiciones de notas y acordes que se producen con frecuencia en la música. Ningún pianista puede tocar rápidamente acordes disonantes o intervalos muy grandes, por lo que nuestra cartografía tenía que evitarlos», explica Anna Feit, investigadora del Instituto Max Planck, en la nota de prensa del centro.
La cartografía se optimizó para el idioma inglés. En primer lugar, los investigadores analizaron las distribuciones de letras y secuencias de letras en los textos ingleses. A continuación, abordaron con la computadora el enorme número de posibles asignaciones de letras a notas o acordes. Hay más de 1 billón de trillones de trillones combinaciones posibles en el cartografiado de las 26 letras del alfabeto inglés a las 88 teclas del teclado de un piano. Traducir letras a melodías
«Nuestro enfoque garantiza que las secuencias de letras frecuentes se traducen en estructuras melódicas que son bien conocidas y por lo tanto pueden ser reproducidas rápidamente por un pianista», explica Feit.
De esta forma, pares de letras frecuentes como «th » o «he» se traducen a una tercera o una quinta, intervalos muy practicados por los pianistas. La letra » e» , que se presenta con mucha frecuencia en inglés, se asignó a diferentes notas en octavas distintas. Otras sílabas y palabras frecuentes fueron asignadas a acordes de las escalas mayores y menores.
Para evaluar si el teclado resultante era lo suficientemente bueno para escribir, los científicos llevaron a cabo primero un estudio con un profesor de piano. Se le pidió que «tocara» frases que estaban traducidas a piezas musicales en una hoja.
«Sin práctica previa, era capaz de introducir texto con una velocidad máxima de más de 80 palabras por minuto. Esto equivale al rendimiento de un mecanógrafo profesional utilizando el teclado QWERTY», destaca Antti Oulasvirta, investigador senior.
Por otra parte, los investigadores enseñaron a una pianista aficionada a generar texto mediante el aprendizaje de la asignación de las palabras y las letras a las notas. Después de seis meses de entrenamiento, consiguió ser capaz de introducir frases a un ritmo de 80 palabras por minuto, similar al pianista profesional, pero sin leer de una partitura.
Ahora puede escribir e-mails y mensajes de Facebook más rápido que con el teclado convencional, al mismo tiempo que entrena su habilidad de tocar el piano.
Con su estudio, los investigadores pretendían analizar la cuestión de por qué los pianistas pueden tocar notas en un piano el doble de rápido que las secretarias profesionales escriben letras con un teclado. Para ello investigaron qué elementos del piano podían mejorar la escritura de texto.
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