La NASA ha publicado imágenes de los espectaculares agujeros en el cielo, que han asombrado a millones de personas desde que en 2014 un fenómeno singular fuera apreciado en Australia.
Unos habitantes de Wonthaggi, una ciudad situada a 132 kilómetros al sureste de Melbourne, en la que viven unas 5.000 personas, fotografiaron en noviembre de 2014 una extraña nube que parecía perforada. También fue observada en otra ciudad todavía más cerca de Melbourne, llamada Korumburra.
Esas imágenes dieron la vuelta al mundo a través de las redes sociales y, siete años después, la NASA ha traído a colación ese fenómeno con nuevas imágenes de nubes perforadas: unas tomadas en Suecia en 2020, y otras tomadas al oeste de Atlanta en Georgia, a principios de este año. Hay más testimonios en otras partes del mundo.
Son imágenes sorprendentes, aunque no representan ningún misterio científico.
Determinadas condiciones
La NASA explica al respecto que ese fenómeno se conoce como Fallstreak Holes o como hole-punch clouds: se produce cuando se reúnen determinadas condiciones: temperaturas frías e inestabilidades atmosféricas.
El fenómeno ocurre en nubes de nivel medio compuestas por gotas de agua líquida que están súper enfriadas: se mantienen en estado líquido, incluso cuando las temperaturas están por debajo del punto de congelación típico del agua (0°C).
Sin embargo, un avión que atraviese la nube puede provocar la congelación de esas gotas de agua super frías y provocar una cascada de congelaciones que engendra cristales de hielo.
Cerca de aeropuertos
Cuando se vuelven suficientemente pesados, esos cristales de hielo se desprenden de las nubes y caen, dejando un agujero en el cielo, un vacío en la capa de nubes.
Tanto las aviones ascendentes como los descendentes son un desencadenante común de los boquetes en las nubes, por lo que es relativamente apreciarlos cerca de las concurridas pistas de los aeropuertos.
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