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Los nuevos árabes. Juventud y activismo político (2010-2014).

Los nuevos árabes. Juventud y activismo político (2010-2014).

Los nuevos árabes. Juventud y activismo político (2010-2014).

Juan Cole: Los nuevos árabes. Juventud y activismo político (2010-2014).  Barcelona: Bellaterra, 2015 (352 páginas). Traducción de Yolanda Fontal.
 
Los movimientos de jóvenes activistas son objeto de estudio en esta nueva obra de
Juan Cole, profesor de Historia en la Universidad de Michigan y experto en el mundo árabo-musulmán.
 
Su trabajo de campo está centrado en tres países árabes (Túnez, Egipto y Libia) que, además de tener en común su vertebración estatal como repúblicas presidencialistas y autoritarias, también registraron las revueltas árabes con diferente resultado: en Túnez dio paso a una transición democrática pendiente de consolidación; en Egipto se produjo un refuerzo del autoritarismo tras el golpe de Estado de Abdel Fatah al-Sisi; y en Libia persiste la guerra civil en una clara situación de Estado fallido.
 
Sin reducir los cambios al factor generacional, el autor otorga a esta dimensión un espacio central en su obra.  En concreto, considera que la contestación política producida en 2011 no fue ajena a “los nuevos árabes” o, igualmente, a la denominada “generación del milenio” (integrada por las personas nacidas entre 1977 y 2000);  y que constituye más de una tercera parte de los 400 millones de árabes.
 
Desde esta perspectiva generacional o, si se quiere, de ruptura generacional, Cole afirma que los jóvenes fueron clave en los rápidos e intensos cambios políticos producidos en los países árabes desde 2011. Si bien reconoce que no fueron los únicos actores sociales, recuerda que tuvieron un papel predominante en “provocar  y definir las revueltas”.
 
En contraposición a sus padres, la “generación árabe del milenio” destaca por una serie de características específicas: son más “urbanos y cultos” (fruto de los importantes cambios demográficos y sociales que ha conocido buena parte del mundo árabe durante las últimas décadas); están más conectados (a la red, teléfonos móviles, televisión por satélite y redes sociales); tienden a ser más laicos o, dicho en otros términos, menos religiosos (relegando la fe más al espacio personal y privado); y poseen una cultura política más cosmopolita (ideológicamente más flexible, diversa y transversal). Sin olvidar la mayor participación de la mujer en la vida pública, en particular, en las redes sociales y en las universidades (en donde son mayoría en algunos países árabes). 
 
A semejanza de otros grupos sociales, los jóvenes se oponían a las dictaduras vitalicias y a sus prácticas de violación sistemática de los más elementales derechos humanos (detenciones arbitrarias, procesos sin garantías judiciales, torturas y abusos policiales); además del estancamiento político (cierre a toda participación política, persecución de toda oposición y disidencia, sucesión nepotista y neopatrimonialista en el poder); y económico (altas tasas de desempleo juvenil, escasa o nula inversión que, junto a la corrupción y las medidas neoliberales, imposibilitan que el mercado laboral asuma a los nuevos y abundantes jóvenes árabes).
 
Junto al carácter transversal de las revueltas árabes, recogido en los capítulos centrados en el mencionado factor generacional, los regímenes autoritarios (o, en este caso, los monarcas republicanos), el ciberespacio y las nuevas tecnologías de la comunicación e información,  y la nueva izquierda árabe,  Juan Cole dedica otros importantes apartados a la articulación de las citadas revueltas en Túnez, Egipto y Libia.
 
Por último, pero no menos importante, este protagonismo de los jóvenes contrasta con el “carácter patriarcal y rígido de las sociedades árabes”, reflejo de los importantes cambios sociales que se vienen produciendo en su seno durante los últimos tiempos. Por mucho que el momento actual, de gran inestabilidad, crisis y conflictos, nuble este panorama (con los violentos yihadistas desplazando la atención de los jóvenes más cosmopolitas y partidarios de la democracia), no debería perderse de vista estas tendencias sociales, recogidas también por otros analistas.
 
En esta misma línea de investigación cabe destacar la obra de Bessma Momami, Arab Dawn. Arab youth and the demographic dividend they will bring (Toronto: University of Toronto Press, 2015), que bien podría animarse a traducir y publicar la editorial Bellaterra en su encomiable colección Biblioteca del Islam Contemporáneo, dirigida por Alfonso Carlos Bolado. 

RedacciónT21

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